Caracas no estuvo en calma el jueves en la noche. El escándalo de las cacerolas comenzó en El Valle, al sur de la ciudad, a las 8:00 pm en las residencias ubicadas en la avenida Intercomunal y poco después un grupo de personas bajó a la calle. Luego se desataron saqueos. “Nosotros vivimos un segundo Caracazo”, opinó una vecina del lugar.

Otra mujer, que prefirió no identificarse, afirmó que los disturbios se extendieron hasta las 5:00 am. “Todo comenzó cuando se escuchó el grito de ‘¡bajen, que hay hambre!’; lo vivido fue horrible. Se caceroleó porque El Valle se cansó”, dijo.

Los residentes del sector relataron que la Guardia Nacional Bolivariana y Policía Nacional Bolivariana reprimieron por varias horas a quienes quemaban basura y a otras personas que intentaban ingresar a la fuerza en locales comerciales de la calle Cajigal. La jornada terminó con 11 muertos.

Un habitante de las residencias 19 de Abril relató que desde su balcón se veía cómo la gente en el barrio prendía y apagaba luces en señal de protesta. Constató el ataque directo a los apartamentos por parte de los cuerpos de seguridad, quienes disparaban a los balcones las bombas lacrimógenas.

En la calle 14, residentes del edificio Dalia llamaron a la Brigada de Acciones Especiales del Cicpc, porque hallaron una granada en la entrada.

“Había muchos muchachos jóvenes protestando, corrían de un lado a otro y retaban a los funcionarios. Sí hubo vandalismo, pero también es porque la gente se cansó. Antes esta zona era chavista y ya está bueno que nos vean la cara de bobos, por eso nos disparaban a las casas, nos lanzaban bombas. Yo tuve que tirarme con mis hijos al piso. Creo que nadie parará esto”, dijo una residente de la calle 10 con 11 de Los Jardines del Valle.

Desalojo. 7 neonatos y 21 niños internados en el Hospital Materno Infantil Hugo Rafael Chávez Frías, ubicado en Los Jardines del Valle, fueron desalojados el jueves en la noche y trasladados al hospital El Algodonal, en Antímano, por funcionarios de Protección Civil y Bomberos de Distrito Capital.

Especialistas de El Algodonal afirmaron que los recién nacidos ingresaron en buen estado de salud y que ayer dos fueron dados de alta.

Vecinos afirmaron que los pacientes de la maternidad resultaron afectados por los gases lacrimógenos que lanzó la GNB para dispersar las protestas en la zona.

Sin embargo, la directora del hospital, Rosalinda Pietro, aseguró que la acción fue preventiva y que no se trató de lacrimógenas, sino de humo por la quema de basura lo que afectó al centro. Añadió que los médicos hicieron barricadas en la emergencia para evitar que ingresaran manifestantes y que lo que vivieron fue un ataque vandálico.

Enfrentamientos. En La Candelaria Sur desde las 8:00 pm también sonaban las cacerolas. Vecinos de los edificios en la avenida Este 0 –entre la esquina de Venus y hasta las residencias Parque Caracas–, armaron barricadas con basura y les prendieron fuego.

“¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!”, coreaba un grupo de manifestantes en la calle, apoyados por gente desde los apartamentos. Se escuchaban detonaciones, pero quienes protestaban siguieron en la calle frente a la Cruz Roja Venezolana y diagonal al Sambil de La Candelaria.

Desde los pisos más altos se oyó la alerta: ¡Pendientes, ahí vienen! y a las 11:50 pm cayó la primera bomba lacrimógena frente a una farmacia, abajo del edificio Barrilito. Los manifestantes se replegaron a los edificios, pero luego volvieron a salir. Funcionarios de la GNB permanecían en el Banco Provincial. En una nueva arremetida se movilizaron hasta la entrada del hospital y desde ahí lanzaron bombas a edificios y callejones. Algunos artefactos cayeron en los balcones y otros dentro de un apartamento, rompiendo las ventanas.

En los sectores de Petare, La Urbina y El Paraíso también hubo enfrentamientos hasta altas horas de la noche entre la GNB y manifestantes opositores. Una situación similar se repitió en Baruta. En el Barrio 5 de Julio, en el municipio Sucre, durante una protesta fue asesinado Melvin Guaitán.

Derecho a la vida

Ante los acontecimientos que el jueves en la noche afectaron al Hospital Materno Infantil Hugo Chávez, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, a través de un comunicado, reiteró la petición al Estado venezolano de que se asegure el derecho a la vida y se respeten los centros de salud, las escuelas y cualquier lugar de atención de niños, niñas, adolescentes y otros grupos vulnerables. “La protección de la niñez y la adolescencia debe estar garantizada en todo momento y en todo lugar”, refiere el texto.

El 18 de abril Unicef había hecho otro llamado a garantizar la protección de esta población vulnerable, debido a que los hechos registrados en las últimas semanas llegaron a afectar, en algunos casos, a la integridad física y emocional de menores de edad.


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