Militares de la Guardia Nacional Bolivariana, destacados en la localidad fronteriza de Ureña, cerraron provisionalmente el paso de ciudadanos a Colombia a causa de las alteraciones del orden público que se registraron por el asedio a la sede de la alcaldía.
“Fue suspendido el paso de Venezuela a Colombia y nos preocupan todos esos estudiantes que salieron esta mañana a clases y que no saben nada de lo que está sucediendo aquí”, dijo Alejandro García, alcalde de Ureña.
Agregó que funcionarios de la policía regional, vestidos de civil y colectivos encapuchados, intentaron quemar el ayuntamiento. Relató que se subieron al techo con morteros y que el hecho fue registrado en fotos.
El alcalde dijo que intercedieron ante el jefe policial para que obligara a los funcionarios a evacuar el área. Asimismo, motorizados encapuchados cerraron el paso a la altura del Central Azucarero, lo que provocó la acción de los militares que los dispersaron con perdigones y lacrimógenas.
“El problema se extendió al centro de Ureña. Han repartido bombas y perdigones a diestra y siniestra. En la alcaldía estamos aproximadamente 30 personas para que no nos la quemen”, dijo el alcalde.
Señaló que a la zona llegó otro contingente de militares a propósito del anuncio ministerial de trasladar al Táchira funcionarios para garantizar el orden público.
“Aquí hay dos rinocerontes y aproximadamente 100 guardias aterrorizando al pueblo, pero el pueblo les está dando batalla. Aquí no se había alterado el orden público en los 50 días que tenemos de resistencia pacífica”, señaló el alcalde García.