La procura y trasplante de riñón de donante de cadáver quedan temporalmente suspendidos en el país, informó Fundavene, la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células.

El ente, adscrito al Ministerio de Salud, explicó en un comunicado a nueve centros de trasplante que deben notificar a los pacientes en lista de espera que, a partir del 1° de junio, no se realizará la actualización mensual de las placas para evaluar la compatibilidad entre donante de riñón y el paciente receptor.

Señaló que la decisión es “la estrategia más responsable a tomar ante la actual situación que atraviesa la salud pública tanto a nivel de infraestructura, recursos humanos, así como respecto al suministro oportuno de medicamentos inmunosupresores para la inducción en el trasplante de órgano”, cita el documento enviado a esos centros de salud.

Ibrahim Velutini, presidente de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela, coincide en que la decisión está acorde con la realidad que se vive. “Es más riesgoso tratar de realizar el procedimiento bajo las condiciones actuales. La medida formaliza lo que ocurre en la práctica debido a hechos como la escasez de insumos y del pre-tratamiento necesario para realizar la cirugía”, expresó.

Velutini afirmó que “los centros de trasplante deben exponer la grave situación que ha impedido dar un nuevo órgano a los pacientes con deficiencias renales”, independientemente del tipo de donante (vivo o cadáver).

De acuerdo con Fundavene los trasplantes provenientes de personas vivas quedan a juicio de las unidades médicas, previo análisis de cada paciente y de la disponibilidad de medicamentos para garantizar el éxito del proceso, que debería entregar el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.

El presidente de la ONTV aseguró que la organización trabajará en conjunto con otras asociaciones para exigir que el programa se reactive lo más pronto posible. Recordó que si bien las máquinas de hemodiálisis dan vida a los pacientes con deficiencias renales, “un trasplante ofrece calidad de vida y además resulta más económico para el Estado que tener que garantizar la diálisis tres veces a la semana”.


La tormenta perfecta. A la suspensión temporal de los trasplantes de riñón se suma que el IVSS paralizó la importación de insumos para las diálisis peritoneales. Como publicó El Nacional el domingo pasado, 1.500 enfermos renales sobreviven con insumos donados que dejaron personas que fallecieron.

Velutini calificó la situación como “la tormenta perfecta”. Otras carencias implican la falta de cupo en las unidades de hemodiálisis. “También existe una lista de espera a la que se ingresa cuando un paciente ya no lo necesita porque fue trasplantado o porque murió”, dijo.

En el sector público también se han registrado varias denuncias sobre la falta de mantenimiento a las máquinas de hemodiálisis. Es el caso del Hospital J. M. de los Ríos, donde además los tanques de agua que surtían la unidad estaban contaminados y causó que 15 pacientes pediátricos adquirieran bacterias como klebsiella, estafilococo y pseudomonas. Tres niños murieron en menos de un mes.

La ONTV suscribió un comunicado de la Sociedad Venezolana de Nefrología que, entre otros aspectos, exige al gobierno abrir un canal humanitario para garantizar que quienes están trasplantados no pierdan sus riñones por la falta del tratamiento inmunosupresor. Velutini exhortó al Ministerio de Salud a atender esta problemática. “No podemos seguir tapando el sol con un dedo”, agregó.


DATO

En el país existen alrededor de 15.000 personas en diálisis, un tratamiento que busca eliminar las toxinas del cuerpo. Según cifras que maneja la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela entre 30% y 40% puede ser candidato a un trasplante de órgano. 


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