Esta vez no fueron los reclusos de la cárcel del Rodeo que sacaron en marzo pasado para desmalezar y recoger la basura del parque Los Caobos, en un plan de espacios públicos. Centenares de hombres y mujeres, la mayoría provenientes de la “chamba juvenil”, y con franelas rojas, fueron lanzados a avenidas y calles de Caracas desde hace un mes para cortar árboles y sembrar jardineras, romper y repavimentar vías y pintar de amarillo las barandas, en un plan relámpago de mantenimiento denominado “Embellecimiento de toda la Gran Caracas”, que urbanistas y ambientalistas critican duramente.

El programa que se ejecuta por orden presidencial, con un costo de más de 30 millardos de bolívares en medio de la peor crisis económica del país, no solo utiliza política y electoralmente a los jóvenes, afirman dirigentes de la Unidad de Acción Sindical, sino que además no atiende ninguna de las verdaderas urgencias de la capital.

Cuadrillas de obreros colocaron jardineras de plástico en medio de la avenida Francisco de Miranda, sin que se sepa cómo se van a regar, y talaron árboles frondosos en la vía de Los Campitos, donde rompen las calles sin parar, entre otros trabajos de “embellecimiento”. 

“Caracas no necesita flores ni destapar alcantarillas ni aceras amarillas. Caracas necesita que se le resuelvan los problemas urgentes: los barrios informales, la garantía de agua, el transporte y la seguridad”, expresó el ex decano de la Facultad de Arquitectura y urbanista Marco Negrón, quien asegura que la meta es solucionar carencias superficiales.

Ciudad desatendida. Uno de los problemas más urgentes que tiene la capital son las viviendas irregulares en sitios no apropiados, asunto de vieja data al que no se ha respondido correctamente, afirma el arquitecto.

“Los barrios son una gran vergüenza para Caracas y una deuda muy vieja que tiene el gobierno con la ciudad. A estas personas no las han ayudado para nada y eso depende principalmente de la inversión del Estado”.

Advirtió el riesgo que corren sus habitantes ante la ausencia de planificación que los exponen a las peores condiciones ante desastres naturales. “Caracas es una ciudad sísmica; hay mucha gente expuesta en esas viviendas en zonas irregulares”.

A la falta de planificación, Negrón sumó el tema del transporte urbano que afecta la cotidianidad de los caraqueños, por la falta de atención del gobierno. El Metro, al igual que el sistema de Bus Caracas, exige una ampliación en la cobertura de sus rutas, señaló. “Es necesaria una mayor conexión de los capitalinos con el espacio público de la ciudad”.

El plan presidencial fue adoptado por la Alcaldía Libertador con el nombre de Caracas Juntos Todo es Posible, el cual lo ejecuta con el gobierno del Distrito Capital, y esta instancia lo ha extendido a otros cuatro municipios, contraviniendo los artículos 6 y 9 de la ley que regula la creación y organización del régimen del Distrito Capital. Los trabajos fueron notificados tardíamente a las alcaldías. 

“Este plan responde a un desprecio hacia los ciudadanos o a una gran ignorancia por parte de quien lo gerencia”,  indicó Negrón, al mencionar las condiciones de deterioro en el que se encuentran obras de patrimonio cultural e histórico de la ciudad. “No se puede hablar de embellecimiento cuando se pierden obras tan importantes y significativas como la Ciudad Universitaria, patrimonio de la humanidad”.

 La realidad es que Caracas, a poco más de una semana para cumplir 451 años de su fundación el miércoles 25 de julio, está lejos de ser una “ciudad modelo”, como pretende el gobierno. “La ciudad se ha ido a una ruina total. Si hace 20 años Caracas estaba mal, hoy en día está en la cola de las ciudades del mundo, muy por debajo de las capitales de los países de la región”, expresó.

Además de las denunciadas intervenciones al urbanismo, también han incurrido en trabajos inapropiados para el ambiente de la capital.

 “Este corte indiscriminado de vegetación deja el suelo desnudo y cuando llueva, el agua arrastrará la tierra. Son trabajos que se hacen con mucho desorden; no hay conducción técnica. Parece realizado por personas con poca experiencia en el área”, señaló Edgar Yerena, ambientalista  y profesor de la Universidad Simón Bolívar.

Ambos especialistas consideran que con una correcta planificación podrían verse resultados en unos 10 años. Desestimó que se obtengan avances mientras perdure la línea del gobierno. “Lo prioritario es atender la falta de gobernabilidad, porque con quienes dirigen el país no se va a atender ninguna de la necesidades del caraqueño”.


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