El 450 aniversario de Caracas fue la excusa para que un grupo de 234 personas, entre arquitectos, estudiantes, urbanistas, paisajistas, artistas y el gerente de un call center, presentaran ideas para la intervención del espacio público.
El Concurso CcsCity450, se ideó para el rescate de las áreas urbanas mediante operaciones de urbanismo táctico como instalaciones de arte o arquitectura temporal; también se pensó para acoger propuestas de mejoramiento físico ambiental en diversos lugares de la ciudad que destacan por tener construcciones emblemáticas de valor patrimonial. Así define el proyecto María Isabel Peña, arquitecto, miembro de la Fundación Espacio, quien junto a sus colegas Franco Micucci y Aliz Mena, son los principales promotores de este concurso que además contó con el apoyo de la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar.
Gracias a esta convocatoria ayer se premiaron 10 de las 70 propuestas recibidas entre el 9 de octubre y el 24 de noviembre pasados. A todas se les entregaron 40 millones de bolívares en reconocimiento a su participación y a los tres primeros lugares se les financiará la ejecución de las obras hasta por 200 millones de bolívares, anunció Micucci, quien reveló que la actividad se mantendrá el próximo año.
Entre los tres primeros lugares estuvo el proyecto del equipo CcsRPSAB, diseñado por cinco arquitectos venezolanos en función del sector denominado Ciudad Hospitalaria, una forma de intervención del espacio urbano que incluye el despeje de las aceras, la elaboración de murales y la implementación de un perímetro que garantice el movimiento cómodo en el entorno del Hospital Ortopédico Infantil, localizado en la avenida Andrés Bello. Junto a este figuraron los proyectos Reflorestando: memoria, acción e identidad, orientado a la rehabilitación de la plaza Altamira sur, y el que lleva por título Viajeros intergalácticos, que prevé la instalación de estructuras para la activación diurna y nocturna de la avenida principal de Los Cortijos.
“Es una oportunidad para demostrar que podemos hacer que la ciudad cambie y mejore. También reivindica el papel de los jóvenes llamados a hacer la diferencia y a transformar el ambiente físico y social”, afirmó Josymar Rodríguez, arquitecto, coautora del proyecto Viajeros Intergalácticos.
La iniciativa, planteada como una reflexión que debería conducir a la reconquista de la ciudad, también incluyó la realización de recorridos peatonales con actividades culturales que se distribuyeron en tres meses de programación con una altísima participación de ciudadanos convocados con el ánimo de reconocer y retomar la ciudad, destacó Peña.
“Planteamos una fórmula para conectar a la gente con la ciudad a través de la arquitectura, invitando e integrando a los ciudadanos a hacer ciudad, a entender que la urbe nos convoca a todos. También sirvió para reexaminar y reivindicar los códigos de excelencia que están en el imaginario colectivo del venezolano. Es una constatación de lo que somos”, señaló Peña.
Zulma Bolívar, miembro del jurado evaluador, dijo que se sentía satisfecha con las propuestas que impulsan la concepción de la metrópolis como un todo: “El gran valor de esta convocatoria es la participación del ciudadano en la planificación de su ciudad. Lo que enriquece y le da importancia a las ciudades es la concurrencia de todos en su diseño y discusión. Además, la diversidad de planteamientos permite ver a la urbe como un todo, integrando el sistema metropolitano de espacios públicos”.
El evento se realizó con la colaboración de la Fundación para la Cultura Urbana, Archivo de la Fotografía Urbana, Prosein, Banesco, Junta de Andalucía, Sevilla, Embajada de España, Embajada de Francia y la Embajada de Estados Unidos en Venezuela. La ejecución de los proyectos se calcula para el primer trimestre de 2018.
Caracas: una convocatoria universal
El Concurso CcsCity450 contó con la participación de arquitectos noveles y estudiantes de carreras como Urbanismo. Aunque la mayoría de los inscritos residen en Venezuela, en varios de los equipos se involucraron talentos de México y Ecuador, así como venezolanos que emigraron a esos países, reveló Franco Micucci. “La interconectividad moderna permitió que muchos pudieran participar por videoconferencia, entre ellos, venezolanos que aunque están lejos, no quieren permanecer ausentes”, añadió.