Las fallas en la conexión a Internet se han convertido en una preocupación latente en tiempos en los que los ciudadanos están ávidos de obtener información a través de las redes sociales y páginas web, especialmente para burlar la censura en los medios tradicionales.

Periodistas de la fuente tecnológica realizaron ayer en Cultura Chacao un foro en el que explicaron qué ocurre en este sector de las telecomunicaciones y cómo pueden los usuarios optimizar el uso de las plataformas digitales.

Arnaldo Espinoza, jefe de Redacción de El Estímulo, señaló que “Venezuela tiene uno de los peores anchos de banda del mundo”, lo que explica que subir un video a la red o descargar archivos de Internet sean tareas mucho más lentas acá que en otros países.

Luis Carlos Díaz, activista digital, recordó que en el año 2000 el decreto presidencial Nº 825 declaró “el acceso y uso de Internet como política prioritaria” para el desarrollo del país, pero que nueve años más tarde “el uso de Internet” fue incluido en la lista de gastos superfluos por eliminar en el sector público nacional.

Expuso que desde entonces el sector se ha rezagado y a los proveedores les es imposible reponer y adquirir nuevos equipos que repercutan en mejorar la calidad del servicio. Aunque los usuarios se han incrementado, la infraestructura es la misma y en las horas pico colapsan la red.

Díaz precisó que también hay antecedentes de la incidencia del gobierno en la falta del servicio: “En 2013 durante las elecciones presidenciales el entonces ministro Jorge Arreaza admitió que habían cortado Internet en todo el país por presuntos ataques a la página del Consejo Nacional Electoral”.

Los ponentes coincidieron en que, sin embargo, el costo político de cortar el Internet es muy alto para el gobierno porque también afectaría, por ejemplo, las comunicaciones bancarias.

Regulación. Víctor Amaya, editor adjunto de la revista digital Clímax, señaló que actualmente los ciudadanos son consumidores y generadores de contenido al mismo tiempo en las redes sociales. Indicó que “las conversaciones digitales son difíciles de regular… que hay intervenciones que no son posibles”. Hizo énfasis en la necesidad de ser replicadores de información confirmada por fuentes con credibilidad. “Hay que analizar qué estamos compartiendo y cómo y evitar las fake news”, agregó Espinoza.

Amaya considera que la regulación de la red que pretende hacer Conatel puede dirigirse a los contenidos con interpretaciones abiertas, “similar a la Ley Resorte”.

Los periodistas coincidieron en la necesidad de reajustar las tarifas de los servicios de Internet para que las compañías puedan reinvertir las ganancias en mejorar la infraestructura.

También recomendaron que ante un posible bloqueo del servicio es necesario registrar los hechos en la calle con fotos y videos para subirlos a la red posteriormente. “Sin Internet la gente buscará cómo comunicarse en el mundo físico, las plazas, etc.”, dijo Amaya.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!