La contaminación puede provocar mutaciones genéticas en bebés, según estudio

Ayer en la madrugada dos bebés prematuros fallecieron en la Maternidad Concepción Palacios porque la luz se fue desde la 1:30 am y la planta eléctrica no funcionó. A las 5:30 am ya había luz, el lugar olía a quemado, la milicia cerró las puertas y no dejaba entrar a nadie que no tuviera una referencia médica. La directiva del hospital no dio explicación.

Personal de guardia confirmó que a la 1:30 am había seis bebés intubados y una mujer en la Unidad de Cuidados Intensivos. El personal solo optó por dar ventilación manual a cada uno de los pacientes para sacarlos. El primer bebé falleció en cuidados neonatales porque su máquina de ventilación falló y sufrió un paro respiratorio.

El segundo, un niño que también nació prematuro, estaba en cuidados intermedios recibiendo oxígeno, pero la bomba falló por el apagón. Su causa de muerte fue hipoxia severa, que ocurre cuando la concentración de oxígeno en sangre disminuye.  Esa noche también murieron otros dos bebés, pero ocurrió antes de que hubiese el apagón por lo que la causa de muerte no está relacionada.

Seis residentes que se encontraban en la sala de parto tuvieron que subir hasta cuidados neonatales para poder hacer la ventilación manual hasta que se resolviera la contingencia.  A las 2:30 am los Bomberos del Distrito Capital se trasladaron al lugar con bombonas de oxígeno para estabilizar la emergencia de la maternidad.

Durante la mañana personas vestidas de civil que no trabajan en el hospital permanecían en cada uno de los servicios para restringir el acceso de visitas pacientes hospitalizadas en el centro de salud.


La misma crisis. La Maternidad Concepción Palacios no solo tiene problemas técnicos con su planta eléctrica, sino que arrastra las mismas carencias del año pasado. El servicio de Anatomía Patológica continúa cerrado. Solo se inauguró un baño de la sociedad médica, pero el quirófano del piso 2 sigue cerrado y otros tres no tienen aire ni puertas. Las ampliaciones de la terapia intensiva de adulto y neonatal están en refracciones y sin fecha de inauguración aún.

Llevan más de nueve años sin cocina y desde hace más de un año los familiares de las madres deben llevar la comida, porque el servicio que les suministraba la alimentación dejó de prestar servicios debido a que el Ministerio de Salud no saldaba las deudas.

Hay 35 mujeres con infecciones, pero no se han podido hacer los cultivos para determinar qué bacteria tienen por falta de insumos. No hay guantes ni monos quirúrgicos descartables.

El abastecimiento de antibióticos es intermitente y no hay ningún tipo de analgésicos para calmar el dolor de las parturientas.

Se contactó por teléfono al director de la maternidad, Alí Barrios, pero no contestó al cierre de esta edición. Se buscó hablar con el director de Salud del Distrito capital, Earle Siso, pero alegó que estaba en un acto político. Aunque prometió devolver la llamada, no hubo respuesta.


EL DATO

El 24 de mayo también se reportó un apagón que afectó durante media hora a dos niños que se encontraban en Terapia Intensiva, uno intubado en Emergencia y a otro que ya estaba anestesiado en el quirófano para ser operado. Ese incidente, que no dejó víctimas fatales, reveló que la planta eléctrica tenía 3 años sin mantenimiento y por eso no encendió. Al mes, en el Hospital Central de Valera también se reportó otro corte de luz y la planta no sirvió.


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