Los niños y jóvenes de familias de pocos recursos venezolanas están siendo captados por bandas criminales con alimentos, en medio de la severa crisis de desabastecimiento que aqueja al país, dijo este viernes el experto Roberto Briceño León, director de la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

Briceño León aseguró en una entrevista con Globovisión que los niños han visto reducida su ingesta de alimentos en el hogar «porque hay poca comida que repartir».

«Viene la banda y lo invita a que vaya al lugar de la banda o lo invita a salir a comerse una hamburguesa, o lo invita al lugar donde están a tomar refrescos y lo empiezan a captar, empieza a hacer su vida dentro de la banda», explicó.

El presidente de la OVV señaló que estos mecanismos de captación mutaron desde los «caramelos digitales», como identificaban a los teléfonos inteligentes o tabletas, hasta la comida por causa de la crisis.

«Lo que empezamos a observar fue que ese patrón fue cambiando por la crisis alimentaria del país, las familias no tienen comida, tienen notables dificultades», añadió.

Dijo además tener conocimiento de que los niños de etnias indígenas del estado de Zulia, fronterizo con Colombia, ingresan a la criminalidad seducidos por productos desviados del programa gubernamental de alimentos a bajo coste conocido como CLAP.

Briceño León dijo este viernes que además de la crisis alimentaria, la deserción escolar, juega un papel importante en el ingreso de los niños y jóvenes a las bandas criminales.

«La deserción escolar es terrible porque deja al niño en la calle, a merced de las bandas de delincuencia y a merced de cualquier otro peligro», dijo.


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