Los consejos de las facultades de Ingeniería de varias universidades autónomas y experimentales acordaron recientemente iniciar planes académicos que les ayuden a enfrentar la preocupante realidad que se vive en las aulas: sus estudiantes no solo ingresan con deficiente formación en ciencias básicas, sino que además casi la mitad de ellos no culmina la carrera.

“La Ingeniería en Venezuela está en crisis”, afirma la decana de la Facultad de esa especialidad en la UCV, María Esculpi, quien teme que de persistir las fallas, en pocos años los futuros ingenieros no estarán a la altura de las exigencias estructurales y tecnológicas que requieren las ciudades del país.

La Facultad de Ingeniería tiene actualmente 4.800 estudiantes en 12 carreras en Caracas y en el núcleo Armando Mendoza, ensu sede de Cagua.

“Hemos tenido casos de nuevos alumnos que no han cursado Física, Química o Matemática, y han sido exonerados. El estatus de la formación es deficiente en esas áreas, considerando la baja tasa de jóvenes que aprueban los cursos de Física General I y Cálculo I, una deficiencia que se acentúa además en los últimos 5 años: de alrededor de 35% de aprobados pasamos a aproximadamente 20% en el último año”, dice Esculpi.

A las autoridades les llama la atención que cerca de 40% en promedio se retira de estas asignaturas y 15% no asiste a clases. “Estos alteran la tasa de egresos porque no se van oficialmente y no sabemos si abandonarán”. Preocupado por esta situación, el Consejo de Facultad aprobó el proyecto de un curso introductorio para mejorar el patrón de conocimiento, proveer herramientas y hábitos de estudio a los estudiantes que ingresan. “Estamos gestionando los recursos económicos que se requieren para eso, es decir, el pago para docentes, materiales, suministros y equipamiento. Debo resaltar que este curso se dictaba anteriormente en la facultad y demostró ser eficiente”, indica.

En los últimos 3 años, en pregrado han ingresado cerca de 800 alumnos, pero el egreso anual promedio es de 400 estudiantes, refiere.

La mala formación en la educación media en las materias de Química, Física y Matemática impacta también en otras casas de estudios autónomas y experimentales que asumen con preocupación el problema estructural del sistema de enseñanzavenezolano.

El conocimiento deficiente en ciencias básicas se agrava cada vez más en la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre, en sus tres sedes de Caracas, Barquisimeto y Puerto Ordaz, con núcleos en Carora, Charallave y Guarenas. “Desde hace tres años hemos venido haciendo esfuerzos en la formación, pero con mayor dificultad desde que en la educación media dichas materias se daban por aprobadas porque no había un profesor titular”, afirma la rectora e ingeniera química, Rita Áñez.

En este politécnico, el primero del país que surgió de una iniciativa de la Unesco hace casi 47 años, asociada al modelo de industrialización que requerían los venezolanos, los promedios de los estudiantes que ingresan en la carrera -casi 5.000 al año- son generalmente muy bajos. “Los altos son una excepción”, revela la docente. Y en las aulas ha constatado “muchísimos casos dramáticos” desde hace varios años.

“Ha habido estudiantes que no tienen ni idea de en qué consiste la materia Soluciones y en pleno experimento en el laboratorio creen que se trata de brujería. Hay otros que desconocen la fenomenología que está asociada a la física en la vida diaria. Una vez yo explicaba la ley de gravedad y un joven dijo que no la entendía porque estábamos dentro del globo terráqueo. Eso demuestra, además de la pésima formación, que la educación que se imparte en el bachillerato no está asociada a la realidad científica, aunque eso se esté corrigiendo”, asegura y agrega que existe una altísima deficiencia en el lenguaje escrito. “Les cuesta mucho verbalizar, expresar ideas”, señala.

Aunque a partir del sexto semestre mejoran las calificaciones, al final de la carrera se gradúa un promedio de apenas 1.500 alumnos, dice.

“El Ministerio de Educación debe resolver verdaderamente este grave problema de enseñanza en las áreas de ciencias básicas correspondientes a la educación media y diversificada, así como supervisar el dictado de los contenidos e incentivar la formación de docentes en Matemática, Física y Química. Nuestra Facultad de Ingeniería está a la orden para colaborar con la solución del problema”, plantea Esculpi.

El presupuesto deficitario que recibe la facultad no permite renovar los equipos y laboratorios de pregrado, indispensables para la formación del ingeniero. “Hace ocho años con el presupuesto asignado, el mismo que el actual, se podían adquirir y reponer las computadoras, hoy con esos recursos para todo el año apenas se puede adquirir una máquina”, indica la decana y agrega que actualizar la infraestructura de los laboratorios es prioritario para la docencia e investigación y garantizar el profesionalismo del ingeniero que será un constructor del desarrollo sustentable del país.


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