Guyana

Bajo el sol del mediodía, decenas de delgados pescadores se mantienen descalzos en los puertos de Zazárida, en el estado Falcón, a la espera de partir a altamar. Son pocas las lanchas en las aguas que se tornaron turbias hace años. En esos muelles el costo de emprender un viaje ha limitado el comercio en la zona, que está paralizada por los constantes cortes de luz.

Más de 500 pescadores artesanales han interrumpido labores y no tienen acceso a su principal fuente de ingreso en el puerto que abastece al Mercado de Coche, en Caracas. La poca gasolina que puede conseguir el dueño de una lancha imposibilita la idea de emprender un viaje de hasta cuatro días de pesca.

El retraso en la distribución del combustible rebasó los pronósticos en la región. Freddy Duarte, pescador de la zona, indicó que son pocas las estaciones de servicio abiertas luego de que se quedaron sin suministro por la falta de energía eléctrica. Además, está el problema de los costos. Señaló que para abastecer las embarcaciones más grandes, que necesitan gasoil, se requieren al menos 90 dólares.

Los pescadores, que viven de las ganancias diarias, no han podido salir a trabajar desde hace 3 semanas por lo que han tenido que rebuscarse con otras actividades. Duarte explicó que solo en comida tienen que gastar 800.000 bolívares si piensan pasar 3 días en mar abierto. Pero también necesitan llevar agua potable y un depósito aparte para bañarse entre 3 y 5 personas. «Requerimos hacer todo ese gasto para regresar con algo de mercancía, pero a veces no tenemos suerte y volvemos con las manos vacías”, expresó el comerciante.

Relata que la situación fue desesperante para los habitantes de la región pesquera cuando estuvieron 100 horas sin luz a principios de marzo. Comerciantes informales en la entrada del puerto resultaron saqueados por los mismos habitantes que tenían días sin conseguir comida, y si la hallaban era muy costosa. “No les importaba vender un arroz con sobreprecio a la misma gente del pueblo”, enfatizó.

Las ventas de hielo en el puerto también se han visto afectadas por los cortes de electricidad y la escasez ha hecho que el precio del producto aumente todos los días. Los pescadores señalan que para cada viaje se requieren 15 panelas de hielo y cada una puede llegar a costar 30.000 bolívares. “Son 450.000 bolívares por cada viaje, que debemos sumar a todos los demás gastos”, agrega Duarte.

No existe comunicación alguna en el pequeño pueblo de pocas cuadras y escasas vías de concreto. Las líneas telefónicas están caídas desde el apagón que afectó todo el territorio nacional. Los habitantes del lugar tienen que trasladarse a Coro para poder hablar con sus familiares.

Zazárida es solo un ejemplo de lo que se vive en el interior del país, donde están a diario hasta ocho horas sin luz. Las consecuencias de la crisis eléctrica, la escasez y la hiperinflación en esas regiones son cada vez más graves. Un panorama que presagia más incertidumbre y oscuridad.


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