Desde tempranas horas de la mañana de este viernes, muchos adultos mayores hicieron largas filas para exigir lo que por derecho les corresponde.

“Voy a mandar a la gente del banco a botarlos, ustedes utilizan los videos para decir que uno pasa trabajo aquí”, fue la primera advertencia que recibió el equipo de El Nacional Web que se acercó a un banco ubicado en Los Ruices.   

No era el mismo clamor de los adultos mayores que se encontraban en ayuno, pues algunos madrugaron a las 4:00 am para abarrotar las entidades bancarias, con la esperanza de sacar el efectivo necesario.

Los pensionados se consideran presos de los bancos, incluso admiten que el sacrificio no vale la pena debido a que lo que reciben solo alcanza para el pasaje urbano o para medio cartón de huevos.

Lo que sí hay son más quejas que respuestas, bajo el sol inclemente que cubre a la mayoría de las personas que hacen la fila, muchos sin sillas, muy pocos con paraguas en mano, otros que cruzaron toda la ciudad para llegar a los bancos que consideran menos conocidos. “Tengo 45 años dando clases para que ahora tenga que pasar por esto”, indicó un señor que sufre de asma y que se encontraba desde las siete de la mañana postrado en las rejas.

Las dudas también invaden la cola por el monto que van a cobrar, algunos bancos dispensaron desde 180 bolívares soberanos hasta 200 bolívares soberanos, inclusive llegan a acuerdos para organizarse y ser marcados con números en sus manos, como si de reses se tratara, para llevar el orden de la fila.  

Desde las siete de la mañana, en otra entidad bancaria de Los Ruices son identificados con tinta por orden de llegada por un hombre que no tiene nada que ver con el banco, y toma la autoridad de numerarlos en la cola. En la mitad de esta, a las 11 de la mañana, alguien disponía del número 228, detrás de él, había un promedio de 100 personas más.

Con más de 70 años en su cédula de identidad, un señor salió de la sede de un banco sin poder cobrar su pensión, le habían mentido y no podía retirar el dinero; sin embargo, se negó a dar una entrevista por miedo a que le quitaran la pensión.

 “Con o sin nuevo cono monetario es lo mismo”, dijo una señora, que tuvo que pedir que alguien más le hiciera la cola porque no podía estar parada por tanto tiempo.

Otra señora, que se encontraba a escasos metros, comentó que no dejan entrar a los adultos mayores a las entidades bancarias, por lo que deben esperar en las afueras para ser llamados de 10 en 10 personas, sin importar si alguno posee una discapacidad.


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