96,53% de las mujeres venezolanas que se fueron del país lo hicieron por dificultades para poder conseguir alimentos, indicó un estudio realizado por el Centro de Justicia y Paz entre los meses de noviembre y diciembre de 2018.

El trabajo da cuenta de las dificultades que atraviesa la mujer venezolana, señaló Beatriz Borges, abogada y directora ejecutiva de Cepaz. “La mayoría son madres y líderes del hogar. Su salida no es voluntaria sino forzada y busca restablecer un derecho mínimo como es la alimentación”, recalcó.

La publicación se hizo en alianza con las organizaciones no gubernamentales Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, el Centro Hispanoamericano para la Mujer, Mujeres en línea, Equivalencia en Acción y Uniandes Acción Popular, con el apoyo de la Embajada de Canadá, e incluye además del informe diagnóstico el manual de Gestión eficiente de la movilidad humana de mujeres y niñas venezolanas con enfoque de género y derechos.

“Estamos preocupados por cómo afecta la crisis humanitaria a las mujeres. Una de las necesidades que identificamos tiene que ver con la información de sus derechos, por eso creamos el folleto que ayuda a informarse sobre situaciones en las que pueden ser violentados sus derechos desde el punto de vista de género: trata, tráfico, explotación sexual en contextos de movilidad humana, dónde pueden acudir y qué deben estar atentas”, explicó Borges.

El estudio identifica riesgos y vulnerabilidades a los que están expuestos las mujeres y las niñas venezolanas que se encuentran en proceso de movilidad.

“Nos dimos cuenta que un alto porcentaje de ellas no cuenta con los recursos para costearse el viaje ni tienen sitio de llegada. Son mujeres que se van sin información ni dinero. Más de 80% no investigó ni siquiera a dónde iba a llegar”, destacó.

Borges advirtió que más de la mitad de las mujeres que emigran no tiene profesión u oficio y 43,29% se ubican entre los 18 y los 29 años de edad: “No cuentan con herramientas para poder trabajar, por lo que se exponen a ser víctimas de cualquier tipo de esclavitud, trabajo forzoso, prostitución por supervivencia y explotación sexual”.

En el marco de esta cruzada, las ONG participantes de este trabajo de ayuda a las mujeres migrantes entregaron en la frontera kits con una copa menstrual, preservativos y un díptico informativo.


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