El 19 de julio de 2015 por primera vez padres y madres se congregaron a las afueras de una red de farmacias en Barquisimeto para protestar porque no encontraban fórmulas lácteas para sus hijos. Allí estaba una madre a la que le tuvieron que quitar ambos senos luego de padecer cáncer y no podía amamantar a su hijo. A su lado estaba la abogada Gretna el Halabi que tiene una hija alérgica a la proteína de leche de vaca y de soya. Solo una fórmula especial podía salvar a sus hijos de morir de hambre.

La hija de El Halabi vomitó durante tres meses y se desnutría día tras día. La protesta y las largas horas en cola buscando fórmulas dieron pie a una lucha legal que aún no termina, mientras la seguridad alimentaria sigue quebrándose. Se conformó la Red de Madres y Padres por los Niños de Venezuela y su primera acción fue recolectar 1.000 firmas por teteros para llevar la denuncia de la restricción de compras por número de cédula hasta la Comisiónde Familia de la Asamblea Nacional, pero el defensor del Pueblo jamás se sentó a hablar con los legisladores y los padres.

Esta red censó a 4.184 niños que necesitaban fórmulas en Lara y a otros 1.894 en Trujillo. La segunda medida legal fue demandar a la Superintendencia Nacional de Precios Justos en los Tribunales Regionales del estado Lara en marzo de 2016. La demanda fue admitida, pero el Sundde jamás se presentó a las audiencias y la causa fue remitida a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en abril del año pasado.

Mientras se daba la pelea en tribunales estos niños sobrevivían porque volvieron los trueques a Venezuela a través de las redes sociales. En un grupo de 6.020 usuarios durante en 2015 y 2016 se lograban hasta 15 intercambios al día, pero la preocupación se incrementó este año: llevan un mes sin poder aprobar ninguna solicitud porque no hay las leches y las que se consiguen en el mercado tienen un costo que supera los 50.000 bolívares.

“Cómo no odiar a alguien cuando estás viendo a tu hijo morir lentamente. Ahora el precio es tan alto que no puedes comprar las fórmulas y las mamás están alimentando a sus hijos con agua de pasta o crema de arroz sola”, cuenta la abogada activista.

La Red de Padres y Madres por los niños de Venezuela evalúa hacer un Banco de Leche Materna para paliar la escasez de fórmula dentro del hospital, la cual se remonta a octubre de 2015, cuando el Ministerio de Salud decidió dejar de dotar del suplemento alimenticio a los servicios de Nutrición y Pediatría de los centros de salud públicos. Desde entonces cada servicio logra alimentar a los niños hospitalizados con donaciones que llegan del exterior.


Apoyo de empresas y voluntarios. En el Hospital Universitario de Pediatría Dr. Agustín Zubillaga de Barquisimeto decidieron eliminar la dependencia del Estado, cuenta el pediatra Carlos Pacheco. Recuerda que el servicio de Hematología y Oncología se remodeló en nueve meses solo con ayuda de empresas privadas, por lo que ahora planean montarse en la ola del financiamiento colectivo para paliar la crisis de salud. El primer proyecto será para comprar una planta eléctrica porque funcionan con una prestada y cada vez que se va la luz no se sabe si las máquinas responderán para mantener con vida a los niños de cuidados intensivos o que están conectados a ventilación mecánica.

El segundo proyecto que comenzó fue una investigación exhaustiva tanto en el Hospital Central Antonio María Pineda como el pediátrico para denunciar los casos en los que niños han fallecido producto del desabastecimiento de insumos, medicamentos o falta de mantenimiento de la infraestructura hospitalaria.

“Cómo no odiar a alguien cuando estás viendo a tu hijo morir lentamente. Ahora el precio es tan alto que no puedes comprar las fórmulas y las mamás están alimentando a sus hijos con agua de pasta o crema de arroz sola”

Gretna el Halabi

Activista de la Red de Madres y Padres por los niños de Venezuela


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!