El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, anunció el 11 de abril la suspensión del plan de racionamiento, con cortes del servicio de hasta 15 horas, para los estados Táchira, Trujillo, Barinas, Portuguesa, Apure y Mérida, en vista de que Corpoelec había logrado reactivar la turbina número 2 de la planta termoeléctrica Don Luis Zambrano, que está ubicada en la entidad merideña. Sin embargo, a casi un mes de levantarse la medida, el Comité de Afectados por los Apagones asegura que las interrupciones del sistema eléctrico no solo persisten, sino que se han acentuado.

La presidente del comité, Aixa López, dijo que en los primeros 4 meses del año se registraron 7.780 fallas en el sistema eléctrico, que va desde apagones de horas a interrupciones cortas. De ese total,  70% se produjeron en los estados Zulia –que ha permanecido más de 14 horas sin luz–, Mérida, Táchira, Trujillo y Barinas.

“Hemos seguido teniendo apagones en Mérida, aunque suspendieran el plan de racionamiento. Si bien ya no hay horarios o fechas de la interrupción del servicio, a cada rato hay bajones eléctricos que perjudican los comercios y las urbanizaciones”, contó Félix Juárez, director del Comité de Afectados por los Apagones de esa entidad. Añadió que la zona más afectada ahora es la central, donde se desarrolla todo la actividad comercial.

En Trujillo la situación es semejante. Yaneth Durán, secretaria del Comité de Afectados de ese estado, expresó: “Aún se va la luz. Tenemos interrupciones de tres o cuatro horas, pero también hay días en que se va cinco minutos y vuelve”.

Destacó que el plan de racionamiento por bloques, como los dispuso Corpoelec, no se cumplió en ningún momento. Hay zonas de Trujillo, como Santa Ana, donde se va la luz hasta por dos días.

López reiteró que la tesis del gobierno de que los problemas eléctricos se deben al sabotaje no tiene cabida, porque se trata de una falla estructural. “El sistema eléctrico está en colapso. Las plantas hidroeléctricas deben suministrar 70% de la energía, y de los 15.247 megavatios instalados solo se están aportando 6.700. En cuanto a las termoeléctricas que cubren el otro 30% de generación de energía, están operando 15%”, dijo.

La rutina diaria de la gente se ha visto alterada por las interrupciones constantes del servicio. “Ahora toda la actividad comercial depende de los punto de venta porque no hay afectivo, pero sin electricidad no funcionan. También incide en la seguridad porque si no hay luz en la noche es más factible que se produzcan robos o se meten a las casas. Las comunicaciones tampoco se salvan. No se puede hablar por teléfono, tenemos apenas dos días con buen sistema de comunicación telefónica”, refirió Durán.

Juárez enumera otras limitaciones: “No podemos comprar comida. Si estás haciendo cola en un banco la luz parpadea dos o tres veces y hay problemas con las operaciones. En otras ocasiones se queman las bombas de agua por los apagones”.


Instalaciones colapsadas

La presidente de la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, Nora Bracho, aseguró que en visita reciente al estado Zulia constataron las malas condiciones de las estaciones y subestaciones eléctricas de Maracaibo.

La diputada indicó que la planta de generación térmica Ramón Laguna está parada y Termozulia trabaja a 10% de su capacidad. Agregó que la calidad de vida del venezolano está deteriorada, en el inframundo, debido a que los servicios públicos como la electricidad no funciona, lo cual ha traído apagones a nivel nacional.
Destacó que el presidente Nicolás Maduro fue el fin de semana al Zulia. “Vino a llenarnos de mentiras nuevamente, hizo promesas electoreras porque prometió dos plantas termoeléctricas y eso no solucionará el problema, pues pasarán dos años y aún estarían en construcción esas plantas”.



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