En el sector donde vive Alejandra Hernández, habitante de Puerto Cabello (Carabobo), se corta el servicio de electricidad, por lo menos, cinco veces a la semana. Esta interrupción puede durar unas dos horas. Aseguró que siempre está pendiente de la cuenta de Twitter de Corpoelec Carabobo y es muy raro cuando las suspensiones son notificadas.

La ciudadana contó que los cortes la han afectado económicamente. Una vez se le dañó un televisor. Introdujo un reclamo en Corpoelec y la respuesta fue que ese día no se había ido la luz. Dijo que paga el servicio puntualmente y que incluso tiene nevera ahorradora de energía, pero igual perdió una computadora por otro apagón.

A Ricardo Araya, que también vive en la ciudad carabobeña, le ha ido peor con sus aparatos electrónicos: se le dañaron el router de internet, una computadora y el cargador de la laptop; y el aire acondicionado tiene fallas.

Todo es motivado a los cortes de luz, que pueden ocurrir en cualquier momento del día.Se le suma que tiene 10 días sin servicio de agua, así que debe pagar (junto con sus vecinos) camiones cisterna. Cada uno cuesta 10.000 bolívares.

La problemática eléctrica actual, según el gobierno, se debe al fenómeno de El Niño. En un volante del Ministerio de Energía Eléctrica se afirma que este comportamiento natural causa fuertes períodos de sequías, lo que afecta el Sistema Eléctrico Nacional. Allí se destaca la limitación que podrían tener los procesos de transmisión y distribución de la electricidad.

Luis Motta Dominguez, ministro de Energía Eléctrica, tuiteó el 2 de febrero que por la situación en los embalses, motivada a El Niño, se necesita el compromiso de todos. Ese mismo día manifestó: «¿Por qué será que insisten en ligar un fenómeno de la naturaleza con política? Vean lo que pasa en California, USA. Por El Niño. ¿Culpa de?».

De acuerdo con Iñaki Rousse, ex vicepresidente ejecutivo de la Electricidad de Caracas, El Niño ocurre cuando el Pacífico ecuatorial se calienta más de lo normal, lo que provoca abundantes lluvias en unos países y sequías en otros. Acotó que anualmente se debe evaluar la magnitud con la que se comportará el fenómeno climático para prevenir.

Aunque él y otros expertos aseguran que la problemática eléctrica no se debe a El Niño, sino a falta de mantenimiento y planificación.

15 centímetros diarios

Casi 15 centímetros diarios baja el nivel de agua de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como embalse de Guri, localizado en Bolívar y el más grande de Venezuela.

Su nivel actual, según Corpoelec, es de 252,24 metros y 244 es el del colapso, de acuerdo con Winston Cabas, presidente de la Comisión de Energía Eléctrica Nacional del Colegio de Ingenieros de Caracas.

Estimó que para mayo de este año la cota podría llegar a 236,92 metros. Pero afirmó que este problema no es por El Niño. La razón es que las plantas termoeléctricas no están funcionando al 100%. A estas centrales, que utilizan combustibles fósiles (gas natural, petróleo) en lugar de agua, se suele acudir cuando hay fenómenos naturales que podrían limitar las plantas hidroeléctricas.

Cabas dijo que El Niño es un fenómeno previsible y recurrente. Añadió que ya se conocía la intensidad con la que iba a comportarse, por lo que el gobierno debió tomar las precauciones correspondientes para evitar los numerosos racionamientos.

«Por eso decimos, con responsabilidad, que la crisis del sistema eléctrico, que se avecina en un futuro cercano, es culpa del gobierno y no del fenómeno de El Niño», expresó el ingeniero electricista.

Iñaki Rousse y Miguel Lara, consultor de sistemas eléctricos, coinciden con Cabas con que El Niño no es el origen de los inconvenientes eléctricos. Rousse explicó que si se compara el caudal del río Caroní desde 1950 hasta 1998 con el lapso que comprende 1998 y 2015, este último fue mejor, así que la falta de agua no es el problema.

Señaló que la cota actual del Guri, que en promedio debería ser de 266 metros, es una de las más bajas que se han registrado. Recomendó que, si llega a 243 metros, deberían apagarse algunas máquinas para que la presión del aire no las dañe.

El ex vicepresidente de la Electricidad de Caracas dijo que en los últimos 40 años han surgido más de 30 fenómenos de El Niño, pero los únicos que, supuestamente, han afectado el sistema eléctrico fueron los de 2008, 2010, 2014 y 2016, en cambio, los anteriores fueron contrarrestados correctamente.

Capacidad instalada

En la página web de Corpoelec dice que la capacidad instalada del Sistema Eléctrico Nacional es de 24.000 megavatios. Pero esta cifra tiene una diferencia holgada con los 34.400 megavatios calculados por el Grupo Ricardo Zuloaga, en un documento dirigido a la Asamblea Nacional.

Sobre esto, Miguel Lara recordó que entre 2009 y 2015 el gobierno incorporó 11.309 megavatios, de los cuales 10.692 son de tipo térmico y 617 hidroeléctricos.

«Lo que se instala no funciona. Por eso están obligados a racionar», manifestó el consultor. El Grupo Ricardo Zuloaga advierte que solo hay 17.220 megavatios disponibles y la demanda máxima es de 18.300. Además, 60% de la generación térmica instalada no está disponible.

Pérdida de profesionales y politización

Winston Cabas criticó que el ministro de Energía Eléctrica sea un general de la Fuerza Armada (aclaró su respeto a la institución), cuando el ingeniero electricista venezolano Rafael Reif es el presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts. «Tamaña contradicción tenemos los venezolanos», expresó.

En este sentido, Iñaki Rousse dijo que el sector se «desprofesionalizó» y se politizó. Recordó que necesitó 25 años de experiencia para ser vicepresidente de la Electricidad de Caracas, ahora solo se debe tener una inclinación política.

Otro problema que recalcó es que Corpoelec es una empresa muy centralizada, cualquier decisión debe tomarse en Caracas. «En el pasado esto se hacía en las mismas plantas», indicó. El ingeniero dijo que hace falta planificación y aumentar las tarifas, para que Corpoelec tenga más ingresos.

Consultado sobre si en Venezuela se consume demasiada electricidad, Rousse fue tajante: «Eso no es verdad. No consumimos mucha energía ni la culpa es de los suscriptores. (…) Lo que sí pasa es que Venezuela es un país cuya industria es intensa en el uso de la energía».

Problema viejo

Miguel Lara recordó que en 2009, cuando se declaró la emergencia eléctrica motivada a El Niño, limitaron el servicio a las empresas de Guayana, a los empresarios y a los comerciantes. El mismo método que se aplica este año para ahorrar energía.

El ingeniero indicó que hace siete años el problema tampoco se debió al fenómeno climático, sino a malas decisiones gubernamentales. Otras estrategias fueron el bombardeo de nubes, la creación del Ministerio de Energía Eléctrica y la importación de energía desde Colombia. «Y la crisis siguió», expresó Lara.

Uno de los mejores sistemas eléctricos

En la crónica de Aquiles Nazoa «La electricidad en Venezuela», publicada por Monte Ávila en un libro compilatorio titulado Sencillamente Aquiles (2013), dice que Venezuela fue pionera en materia eléctrica. Allí menciona al ingeniero Ricardo Zuloaga, a quien se le debe la instauración de El Encantado, la primera estación hidroeléctrica para la transmisión a distancia de corriente alterna de Latinoamérica, la segunda de América y una de las primeras del mundo, de acuerdo con Juan Rohl, que fue citado por el humorista.

Nazoa expone al inicio del texto: «En materia de electricidad nuestro país ostenta el singular privilegio de haberse adelantado a los más avanzados del mundo, lo mismo en el campo de la investigación científica de los fenómenos eléctricos como en el de sus aplicaciones prácticas».

Todavía en la década de 1990 Venezuela era ejemplo en electricidad.

Miguel Lara indicó que el país tenía uno de los mejores sistemas de transmisión de América, solo Canadá poseía uno igual. Destacó que los índices de confiabilidad eran de los más altos del mundo. «Hoy en día tenemos uno de los peores sistemas eléctricos de Latinoamérica», aseveró.


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