Treinta días continuos ha pasado Ana Castro sin recibir gas doméstico en su casa, localizada en el sector Marichal, de la parroquia La Dolorita: “El camión pasa una vez al mes y hay que pagarle extra”. Como ella cientos de habitantes de zonas aledañas denuncian las dificultades para adquirir las bombonas, que distribuye de forma gratuita la empresa estatal Gas Comunal y que desde en 2014 comenzaron a escasear. En la actualidad la carencia es tan crítica que ha fomentado un mercado paralelo y ha obligado a los habitantes del sector a recurrir a fogones o cocinas eléctricas.

“En todo el año conseguir una bombona al precio legal ha sido imposible. He pasado hasta cuatro días haciendo cola. Los bachaqueros se valen de la ocasión para cobrar lo que les da la gana y, como uno lo necesita, termina pagando”, contó Douglas Segovia, residente del sector Vista Hermosa en las Filas de Mariche.

La escasez también ha ocasionado un sobreprecio de hasta 4.000%. La bombona de 10 kg, cuyo precio oficial de venta al público es de 50 bolívares es vendida a 2.000 bolívares; la de 18 kg con un precio legal de 250 bolívares es ofrecida en 10.000 bolívares; la de 27 kg fijada en 380 bolívares se encuentra en 15.000 bolívares; mientras que la de 43 kg, la más difícil de conseguir, con un valor establecido en 600 bolívares, es ofertada en 24.000 bolívares.


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