El terminal privado Aeroexpresos Ejecutivos, ubicado en Chacao, presentó ayer una afluencia caracterizada por ser más la gente que viajaba al interior que la que regresaba a Caracas luego de la temporada decembrina. Además, fue menor la cantidad de viajeros en comparación con años anteriores, aseguraron taquilleros y usuarios que comentaron que menos gente viajó debido a los altos costos.

“Toda la insoportable situación del país también afecta a quienes solemos viajar en estas épocas. No se ve la misma cantidad de gente que en años pasados, es muy poca la que viajó. En el bolsillo pesa pagar estos pasajes”, señaló Roger Jiménez, usuario habitual, que tenía como destino Valencia y recibió el anuncio del taquillero: “Maracay está suspendida y Valencia solo queda para las 6:00 pm”.

Los clientes aguardaban la disponibilidad de boletos para pagarlos en la taquilla. “Es una incertidumbre. Ocurre lo mismo que se vive en los mercados: uno espera y hace la cola, pero no sabe si habrá pasaje cuando llegue a la taquilla. Pasé las navidades y el fin de año acá en Caracas con mi familia y ahora me devuelvo a Maturín; espero poder comprar el pasaje”, señaló un viajero que hacía la cola.

En el terminal de La Bandera se observó también muy poco movimiento de usuarios ayer en la mañana. Los pasillos estaban vacíos y la mayoría de las taquillas permanecían cerradas, con letreros que anunciaban que no había boletos. “Vine a averiguar si había boleto para San Cristóbal, pero en ninguna taquilla hay, quizá para la tarde, me dijeron. Lo que sí me precisaron es que cuesta 250.000 bolívares. Allá abajo, en las afueras del terminal, están vendiendo unos pocos puestos en los autobuses en 400.000 bolívares para el mismo destino”, comentó un usuario.

Se espera que en la segunda semana de enero aumente el número de pasajeros que retorne a Caracas y se retomen las actividades laborales completamente. Las principales avenidas de la ciudad estuvieron desoladas en el segundo día del año nuevo. Con la mayoría de los comercios cerrados, una notoria acumulación de basura en las esquinas de las calles y con una lluvia tempranera se inició el mes de enero. La soledad no era lo propio de la avenida Andrés Bello, donde la venta de pan en un local ocasionaba media cuadra de una cola a la cual se sumaban personas continuamente. En la panadería vendían cuatro panes por persona, a 10.000 bolívares cada uno. “A pesar de todo, la cola se mueve rápido y por lo menos el pan está gordito aunque no sea tan grande”, señaló una compradora.


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