Desde hace más de tres años la escalera mecánica de la estación Gato Negro con dirección a Ruperto Lugo está inoperativa. En 2015 los técnicos del Metro de Caracas la repararon en varias ocasiones, pero siempre se averiaba porque los repuestos no funcionaban.

Después de reiterados arreglos y desperfectos, optaron por sellarla con láminas de aluminio para evitar que la gente lanzara basura o la orinaran.

Por un tiempo algunos usuarios prefirieron salir por el lado del Parque del Oeste, donde solía funcionar con normalidad la escalera mecánica, pero desde hace tres meses está paralizada.

Las más afectadas por esta situación son personas mayores, con discapacidad, embarazadas y las que sostienen sus hijos pequeños.

Quienes se trasladan en silla de ruedas no les queda otra opción que bajar agarrándose de la baranda o con ayuda de otros usuarios. Para subir siempre necesitan el apoyo de dos personas para que sostengan los extremos de la silla.

Los trabajadores del Metro de Caracas hacen lo que pueden para ayudar a los discapacitados. El problema es que ellos también podrían resultar afectados en su salud.

“Uno hace lo que puede, pero una vez trabajando en Metrobús salí con un dolor terrible en la zona lumbar, luego de tratar de subir a la unidad a un señor que estaba en silla de ruedas”, explicó un empleado de la compañía que pidió resguardar su identidad.

Las escaleras dañadas, igual que los torniquetes, se han multiplicado prácticamente en todas las estaciones. Solo en Bello Monte, donde transita poca gente, se ven todas operando con normalidad.

En total, hay 126 escaleras mecánicas inoperativas entre las Líneas 1, 2 y 3 del Metro de Caracas, informó el trabajador.

En la Línea 1 existen 83 escaleras mecánicas inoperativas, 23 operativas con fallas y 65 buenas sin fallas; en la Línea 2 hay 20 inoperativas, 10 operativas con fallas y 63 buenas sin fallas; y en la Línea 3 solo operan 24 sin fallas, 9 trabajan con fallas y 23 están paralizadas.

Indicó que las escaleras mecánicas más críticas son las 99 de marca Otis, instaladas en el tramo entre Propatria y Chacaíto, el más antiguo del sistema de transporte. Estas fueron colocadas en 1983, así que al tener 33 años de operatividad superaron su tiempo de vida útil. De hecho, son los equipos más viejos del sistema.

En las Líneas 1 y 2 existen otras 69 escaleras Shindler que tienen 27 años operando; en la Línea 3 hay 35 de dicha marca con 22 años en funcionamiento. Todas superan su vida útil.

La mayoría de los componentes de las escaleras mecánicas, tanto marca Shindler como Otis, están descontinuados en el mercado, en especial los tableros eléctricos de tensión. La opción que evalúan en el Metro es la de sustituirlas por escaleras metálicas fijas desmontables, que no cumplen con las características necesarias para personas con discapacidad.


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