Los 3.066 pacientes trasplantados comenzaron nuevamente la lucha para exigir sus medicinas porque sus vidas vuelven a estar en vilo. Hace un mes hubo una dotación de azatriopina, prednisona, micofelonato para que los trasplantados de hígado y riñón no rechacen los órganos, pero ya el abastecimiento comenzó a agotarse.

El tacrolimus, que se importó a través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud, ya se agotó. En agosto llegó un lote de 3.000 frascos de tacrolimus, un inmunosupresor que se administra a 1.017 pacientes y nuevamente están las órdenes de compra abiertas.

Ayer los 20 pacientes trasplantados que viven en Puerto Cabello, estado Carabobo, protestaron en la farmacia de alto costo del Hospital Molina Sierra. Reymer Villamizar, directivo de la ONG Amigos Trasplantados de Venezuela, denunció que desde hace tres meses no tienen sirolimus, azatriopina ni prenidsona.

Durante una hora permanecieron en las puertas de la farmacia hasta que el director de Administración del hospital los recibió para atender sus exigencias. Villamizar asegura que llegaron funcionarios de los servicios.

El presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Carlos Rotondaro, informó que ya se están haciendo las gestiones para transferir los recursos para la importación del tacrolimus por la misma vía.

Villamizar alega que estos tratamientos tienen un costo de 800 dólares mensuales y es imposible costearlos aun si el país no tuviera un control de cambio. “Dejar de tomar los medicamentos implica un riesgo grave que va desde el rechazo del órgano hasta la muerte del paciente. Estamos sobreviviendo por donaciones. La semana pasada se murió una muchacha por complicaciones de su enfermedad y sus pastillas se tienen destinadas para otros pacientes porque comprarlas en el exterior es imposible”, indicó el paciente que ya cumplió 17 años con un trasplante de riñón.

Villamizar cree que puede haber un problema de distribución porque percibe que en el interior del país comienzan a escasear los medicamentos antes que en Caracas por lo que reclama más atención a las farmacias de alto costo de las entidades.

A la protesta se unieron pacientes de otras patologías crónicas que ameritan medicamentos de alto costo y que denunciaron desabastecimiento y maltrato del personal del hospital.

En diciembre del año pasado, la ex canciller Delcy Rodríguez prometió que se aplicarían los convenios con la OPS, pero han tardado siete meses en concretar los primeros pedidos.

A través de estos convenios, los países pueden acceder a 150 medicamentos desde el año 2000. A partir de 2011, Venezuela trae tratamientos para la tuberculosis, la leishmaniasis, el mal de Chagas, antirretrovirales para el VIH y antimaláricos.

La OPS dona medicinas a Venezuela

IH

Para este mes la OPS tiene previsto donar 80.000 tabletas de misoprostol, un análogo semisintético de la prostaglandina E₁ que se utiliza en la prevención y tratamiento de las úlceras gástricas. En el mes de noviembre donará 110.000 presentaciones del antibiótico penicilina G benzatínica y 50.000 ampollas de penicilina procaina.

En agosto el organismo internacional donó 200.000 pruebas rápidas para el diagnóstico de malaria, 1.056.800 tabletas de captopril, 521.920 tabletas de losartán para la hipertensión y un millón de tabletas de metformina para la diabetes. También 200.000 tabletas de aciclovir de 200 miligramos, que se usa para atacar virus oportunistas en pacientes inmunocomprometidos.


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