La Stevia es un edulcorante natural conocido desde hace siglos, pero su utilización como sustituto del azúcar no se ha extendido hasta hace unos años. La mayor preocupación por la salud por parte de los consumidores y la guerra abierta contra el azúcar son algunos de los motivos que han popularizado en todo el mundo esta planta originaria del Paraguay, denominada “hierba dulce” por los indios guaraníes desde la Antigüedad a raíz de su nombre local, “Ka’a he’ê”, que todavía se usa hoy en día en el país del Cono Sur.

El mercado de la Stevia como ingrediente para la producción de alimentos y bebidas no ha parado de crecer desde que Japón comenzó a cultivar esta planta para uso comercial en la década de 1970. En este sentido, un estudio estima que el mercado de la Stevia alcance 95.900 millones de dólares en 2020, mientras que en términos de consumo está previsto que el crecimiento anual del edulcorante se sitúe en un 7-8%.

El “Ka’a he’ê” (Stevia Rebaudiana Bertoni) debe su nombre científico a Moisés Bertoni (1857-1929), el naturalista suizo que estudió fascinado las plantas medicinales que utilizaban los guaraníes. Originaria de las tierras altas de Amambay en Paraguay, su área de cultivo se extiende desde el suroeste de Estados Unidos hasta el norte de Argentina y la planta fue utilizada durante siglos como alimento por los indios guaraníes. En la actualidad, sigue siendo habitual endulzar el mate con las hojas de Stevia en el país paraguayo.

Aditivo alimentario en la UE desde 2011

La Stevia como planta llegó a Europa a mediados del siglo XX y desde entonces ha sido objeto de muchas investigaciones para determinar si era posible comercializarlo como edulcorante natural. En 2011, y tras la evaluación de los glicósidos de esteviol por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), la Unión Europea (UE) aprueba su utilización y la Stevia se comercializa oficialmente como aditivo alimentario en chocolates, dulces, bebidas y cereales.

Antes de la autorización en Europa, la Stevia y los glicósidos de esteviol eran empleados en Estados Unidos, Japón, China y Australia. Francia por su parte, lo hacía bajo un acuerdo especial con la UE y, de hecho, el país galo comercializa yogures con este edulcorante desde 2009.

Propiedades medicinales de la Stevia

La dulzura de la Stevia se basa en ocho glucósidos que se encuentran en la hoja de la planta. La Stevia es treinta veces más dulce que el azúcar comercial, apenas cuenta con calorías, ahorra una gran cantidad de carbohidratos y es adecuado para diabéticos. Su única desventaja es que una sobredosis puede recordar en sabor al regaliz.

Además de alimento, la planta paraguaya ha sido conocida por los pueblos indígenas de América del Sur por sus propiedades medicinales, en concreto para la hipertensión, la acidez estomacal o la obesidad. La Stevia tiene muchas propiedades médicamente útiles que se han contrastado en estudios científicos o clínicos. Actualmente, se establece que la Stevia es antioxidante, antibacteriana, antifúngica y anti-inflamatoria

Respecto a las propiedades antibacterianas de la Stevia rebaudiana, se ha determinado en experimentos de laboratorio que la hierba puede inhibir los estafilococos y las llamadas bacterias coliformes.  La Stevia también se usa como hierba medicinal para fines dentales, especialmente  para dolencias tales como sangrado de encías, gingivitis o caries.

De hecho, algunos fabricantes ya ofrecen pastas dentales y otros productos de cuidado dental basados ​​en la Stevia, una planta que se comercializa en polvo, líquida o en cápsulas, entre otras fórmulas. Para evitar engaños comerciales, es importante fijarse en la etiqueta: si contiene aditivos o ingredientes artificiales estamos ante una Stevia química, por lo que no aportará beneficios a la salud. La Stevia debe de ser natural para disfrutar de las propiedades de la “hierba dulce” del Paraguay.

Autora: Patricia Sanjorg


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