Desde el 22 de diciembre se contabilizan 10 casos con sospechas clínicas y epidemiológicas de sarampión, de los cuales 4 ya fueron confirmados por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.
La Red Defendamos la Epidemiología precisó que los casos provienen de los Valles del Tuy y la parroquia Sucre. En el Hospital J. M. de los Ríos hay un caso confirmado y dos sospechosos, provenientes de Catia.
El 8 de noviembre la Organización Panamericana de la Salud informó que estaban trabajando en un plan de respuesta rápida, en conjunto con el Ministerio de Salud, para vacunar a la población de 6 meses hasta 10 años de edad, así como la vacunación selectiva de la población de 11 años en adelante que hayan tenido contacto con casos sospechosos o confirmados de sarampión.
La primera fase cubrió los estados Bolívar, Anzoátegui, Delta Amacuro, Monagas y Sucre. Sin embargo, el ministerio no ha emitido ningún pronunciamiento sobre el abordaje para evitar la diseminación del sarampión.
“El plan de respuesta rápida está diseñado para que el país pueda interrumpir la circulación del sarampión antes de que se cumpla un año desde la identificación del primer caso y de esa manera preservar el estatus de país y región libre de sarampión endémico”, informó el organismo internacional en una nota de prensa.
El sarampión se diseminó más rápido que el plan de respuesta de la OPS y el ministerio. José Félix Oletta, miembro de la Red Defendamosla Epidemiología, critica que el estado Miranda y Caracas no fueron tomados en cuenta en el plan de acción.
“No se conoce la cifra de inmunización de 2016 en adelante para el Distrito Capital y Miranda. Tenemos el peor escenario: falta de información, presencia del brote activo desde hace tres semanas en Caracas y cero respuestas al plan de inmunización”, alertó.
Oletta advierte que los hospitales generales de tercer y cuarto nivel no cuentan con suficientes camas de terapia intensiva pediátricas para hacer frente a este brote. El sarampión puede traer complicaciones respiratorias, manifestaciones neurológicas como encefalitis, otitis y neumonía secundaria a bacteria y cuadros inmunológicos virales.