El 21 de febrero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó al Estado venezolano garantizar la vida, la integridad personal y la salud de 22 niños con insuficiencia renal, del Hospital J. M. de los Ríos, que no tenían acceso a un trasplante ni a una transfusión de sangre.

Cuatro meses más tarde ese centro de salud infantil no solo no cuenta con ninguna medida de protección del gobierno, sino que además dos niños fallecieron, y no fue escogido por la autoridad de salud para recibir la visita y asistencia de la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carisse Etienne, a pesar de las carencias. No hay vacunas ni medicamentos ni insumos suficientes para atender a unos 8.500 niños al mes, más de 2.000 de ellos con enfermedades crónicas. Tampoco dispone de agua potable de calidad para la atención de los pequeños pacientes.

“Este es un hospital de referencia nacional que se encuentra en una situación crítica. Hubiera sido muy importante una visita de la directora de la OPS, aunque sabemos que estas fueron programadas por el ministro Luis López”, afirmó Katherine Martínez, presidente de la organización no gubernamental Prepara Familia, que trabaja en defensa de los derechos en el hospital.

Las deficiencias van desde la inoperatividad de equipos esenciales por falta de mantenimiento hasta la carencia de medicamentos y del personal. Está desabastecido de vacunas, desprotegido de enfermedades inmunoprevenibles. “La vacuna pentavalente tuvo suministro irregular en 2017, pero en 2018 no ha llegado; no hay antiinfluenza desde 2016, y tampoco otras más que tienen suministro inconstante”, señaló Martínez. “Han ingresado pacientes con sarampión, difteria y otras epidemias; aunque están en aislamiento, está latente siempre el contagio. Esta situación, con la falta de vacunas, puede complicar las patologías crónicas”, agregó.

En contraste, el hospital José María Vargas del IVSS, en La Guaira, estado Vargas, anunció una jornada de inmunización, luego de la visita del ministro López y la de Etienne. La actividad sería supervisada por el epidemiólogo Julio Pacheco, junto con la médico María José Lereda, representante de la OPS, informó el diario La Verdad.

Servicios limitados. Las diferentes áreas del J. M. de los Ríos se encuentran desamparadas. En el Servicio de Nefrología que atiende entre 23 y 25 niños con insuficiencia renal, solo tiene 4 máquinas de hemodiálisis operativas. 14 están fuera de servicio por falta de mantenimiento y la poca presión del agua que llega al hospital. El centro se surte con cisternas, aunque lleva tres días con suministro regular.

En este servicio también persisten las filtraciones que hacen temer la aparición de un cuadro de contaminación como el que en 2017 causó la muerte de 10 pacientes. “Esperemos que con estas denuncias no mueran más niños”, expresó Martínez.

En la unidad escasean los catéteres y las cintas adhesivas que requieren los niños con síndrome nefrótico. Los pocos que tienen se los han donado.

Los niños trasplantados también se ven en peligro por la falta de medicamentos. “Los inmunosupresores llegaron en marzo, pero no en las cantidades que se necesitan; entonces, seguimos igual”, dijo la activista.

En el área de Infectología los niños con VIH no cuentan con antirretrovirales para aliviar su patología. Con similares carencias se encuentran los servicios de Hematología y Oncología. “Cada día se va complicando más el tema de los medicamentos e insumos, porque no nos dan respuestas claras”, afirmó la presidente de la ONG.

“La deficiencia de medicamentos e insumos se traduce en padecimiento y dolor para los niños y adolescentes pacientes del J. M. de los Ríos. No pueden seguir sufriendo porque el Estado no les garantice la salud y la vida”, finalizó.

RECUADRO

Se reduce la atención

El Hospital J. M. de los Ríos tenía en 2007 una capacidad de 332 camas; 11 años después la cantidad se ha reducido drásticamente a 198, lo cual limita la posibilidad de atención.

“En terapia intensiva neonatal se contaba con16 cupos, pero ahora hay solo 7. En la terapia intensiva quedan solo 5 y en terapia intensiva pediátrica 4 cupos”, informó Katherine Martínez, presidente de la organización no gubernamental Prepara Familia.

El problema se agudiza con el escaso personal. En la actualidad el hospital requiere de 30 anestesiólogos; sin embargo, cuenta solo con 5. De los 203 médicos residentes necesarios quedan 97.

Martínez exigió que las carencias del hospital sean atendidas, un llamado urgente que hacen para que pueda mejorar la salud de los pequeños pacientes. “No somos políticos, estamos representando a los niños y madres que no pueden hablar. Debemos ser tomados en cuenta”, dijo.

EL DATO

El 21 de febrero la CIDH le dio al Estado venezolano 10 días para comunicar las medidas que adoptaría en el Hospital J. M. de los Ríos. No lo hizo. También Cecodap y Prepara Familia solicitaron a un tribunal de protección que se actuara ante el desabastecimiento de medicinas esenciales. Fue desestimada la petición.


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