Un total de 17 niños que reciben atención médica en el Hospital José Manuel de los Ríos fueron desalojados ayer junto con sus madres del hotel La Orquídea, uno de los cuatro centros de hospedaje gratuito que alberga a los familiares de los pacientes pediátricos que provienen del interior del país.

Las madres de los pacientes aseguraron que la orden fue dictada el viernes por Prismar Piñero, uno de los funcionarios que trabaja en la oficina de atención al ciudadano, una filial adscrita al Ministerio de Salud que cerró sus puertas el jueves y que se encargaba de administrar los recursos económicos otorgados por el ente para realizar exámenes, suministrar tratamiento y garantizar la alimentación.

Varios familiares aseguraron que Piñero les dio plazo hasta las 12:00 del mediodía de ayer para movilizarse a otro sitio. A los familiares que se hospedan en los hoteles La Estrella, Lucas y Renovación se les extendió el lapso hasta el lunes, aseguró una de las madres que permanecía a las puertas del hospital junto a su hija, quien es paciente oncológico.

Yaibeth García viene del pueblo Belén, estado Carabobo, y se aloja en el hotel Lucas junto con su hija Darifer García, de 9 años edad. La niña fue diagnosticada con un tumor cerebral en el año 2017 y fue intervenida en diciembre. Necesita realizarse una biopsia para determinar el comportamiento del tumor y recibir medicación lo más pronto posible. “El cierre de la oficina de atención  paralizó su proceso de mejoría, está sin tratamiento. Nos desalojarán el lunes y no tenemos a donde ir.  ¿Por qué le hacen tanto daño a estos niños?”. Aseguró que en los cuatro albergues hay 50 madres hospedadas que se quedarán en la calle.

Otra de las madres que pidió no ser identificada, es oriunda del estado Delta Amacuro e integra al grupo de familiares que fue desalojado ayer en la mañana del hotel La Orquídea. Su bebé de ocho meses de edad, tiene hidrocefalia y un hemangioma Klippel, una masa anormal de tejido que se produce en los vasos sanguíneos. “No tengo con qué irme a otro lugar. Él necesita continuar su tratamiento con  esteroides y además debe realizarse una hemangiorresonancia que cuesta 50 millones de bolívares”.

Indicó que no han recibido respuesta del ministerio ni tampoco del ministro de salud, Luis López, a quien se le notificó a través de una carta y varios audios la situación desde el día jueves, cuando cerró la oficina de atención estatal. “Lo único que sabemos es que el ministerio tenía dos meses sin cancelarle a los hoteles. Ninguna autoridad ha explicado qué sucede exactamente”.

Rosaliz Díaz, una de las voceras de los familiares y madre de un niño de 10 años edad quien padece de insuficiencia renal crónica, indicó que el ministro ha ignorado todos los llamados de atención. “No sentimos indignados y humillados por la forma en la que están perjudicando a estos niños. Se niegan a darnos la cara y exigimos una respuesta”, dijo.

Con el cierre de la oficina de atención al ciudadano fue paralizado el suministro de las raciones diarias de comida y suplementos nutricionales. Un grupo de madres y familiares se movilizaron para conseguir a través de varias instituciones donaciones de alimentos. Arepa, pan y viandas de comida fueron distribuidas a los niños durante una reunión dentro del hospital.  


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