Luego de que un mensaje de voz se difundió por mensajería instantánea, en el que una mujer se identifica como residente de Barquisimeto, estado Lara, y asegura que su hijo tiene leishmaniasis y había un brote en la región, el grupo de investigación Incubadora Venezolana de la Ciencia llamó a la población a permanecer en calma porque esta enfermedad siempre ha tenido casos en ciertas localidades del país.

Alberto Paniz, coordinador general de la Incubadora Venezolana de la Ciencia, explicó que la semana pasada recibieron un caso de presunta leishmaniasis, pero aún no se puede hablar de un brote en Barquisimeto. Añadió que la enfermedad es transmitida por la picadura de un mosquito pequeño conocido como jején (Lutzomyia sp) hembra infectada con el parásito Leishmania, que es diferente al zancudo Aedes aegypti,  que causa el dengue, zika y chikungunya. Al picar a un ser humano le transmite la enfermedad, la cual se caracteriza por ulceras planas en la piel.

El ex ministro de Salud José Félix Oletta agregó que esta es una de las enfermedades olvidadas que tienen una representación endémica en el país, pero con más énfasis en los estados centro-occidentales.

“La presencia de la leishmaniasis está directamente vinculada a la pobreza, pero los factores sociales, ambientales y climatológicos influyen directamente en la epidemiología de la enfermedad”, especifica la Organización Panamericana de la Salud.

En 2014 se reportó a la Organización Panamericana de la Salud que se diagnosticaron 1.661 casos nuevos en el país.


Antecedentes cercanos

La OPS señala que la leishmaniasis es endémica en 98 países y territorios, con más de 350 millones de personas en riesgo de transmisión. En Venezuela en 2011 los medios de comunicación difundieron que cada semana llegaban 4 casos  a Medicina Tropical.

En ese momento, 80% de los afectados con leishmaniasis provenían de Guatire, Guarenas, Nueva Casarapa, Parque Caiza, Barlovento, Higuerote, Caucagua, Río Chico, Ocumare del Tuy, Charallave, Santa Lucía, Curiepe, Birongo y Chuspa.

Zonas como Turgua en El Hatillo siguen siendo áreas endémicas cerca de la ciudad.



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