A las 10:00am en la entrada del hospital Dr José María Vargas hay disturbios, una protesta de los médicos y enfermeras que hace contraste con el resto de las personas que caminan con aire indiferente por la calle.

Una mujer vende café tranquilamente frente a la puerta principal como si las protestas fueran su pan de cada día. “Todo el mundo grita y toma fotos, pero nadie hace nada”, dice para sí misma mientras da un sorbo a su taza.

Dentro del hospital reina una falsa calma. En los pasillos se escuchan voces con distintos matices, algunas inconformes que se quejan y otras que ya están resignadas ante la coyuntura del centro de salud.

«El Vargas», ubicado en el centro de la ciudad de Caracas, es el hospital más antiguo que permanece operativo en Venezuela. Con el pasar del tiempo, distintas administraciones gubernamentales desatendieron sus necesidades y actualmente los pacientes sufren las consecuencias de la decadencia de las instalaciones, la falta de insumos, de personal y la falta general de presupuesto.

El sistema de salud en Venezuela sufrió un colapso durante el primer semestre del año en curso, lo que causó  que el personal de los hospitales llamara a un paro indefinido para exigir aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo.

Luego de un recorrido por el hospital Dr José María Vargas, el equipo de El Nacional web estableció tres aspectos de la crisis de país reflejados dentro del centro de salud.

 Las instalaciones

En el hospital Vargas hay salas vacías, camas sin colchón, paredes con filtraciones, baños insalubres, problemas con aguas negras, una morgue con olor putrefacto que no tiene la capacidad de preservar la cantidad de cadáveres que son ingresados y graves fallas en los ascensores.

Foto: Keenami Pallares

El doctor Alfredo Villarroel, adjunto y docente del hospital, explicó que la contaminación de los espacios comunes y la falta de insumos son agravantes de la situación.

“Al hospital llegan insumos, pero no son los que necesitamos. Atendemos casos complicados y las medicinas comunes no sirven como tratamiento”, dijo.

Por la situación de los ascensores, en el hospital se ideó una rampa como alternativa para trasladar a los pacientes de emergencias.

Villarroel enfatizó que movilizar a los pacientes por esta rampa implica exponerlos a contraer infecciones por la contaminación. “Algunos son heridos de armas de fuego y para acceder a la rampa hay que atravesar una zona de construcción que muchas veces es usada de basurero”, dijo. 

También explicó que hay una fuga de suministros dentro del hospital y todavía no se ha encontrado al responsable. “Nos acusan a nosotros (los médicos) de robar los insumos y en ocasiones nos revisan los bolsos y maletines antes de salir”.

Los pacientes

En el hospital Vargas los pacientes suelen pasar meses internados antes de ser atendidos. La falta de insumos y de personal son las razones por las que se prolonga la espera de los que se encuentran hospitalizados.

“Llevo aquí casi tres meses y sigo esperando. Cuando no me dicen que falta algo entonces me dicen que el doctor no quiere operar”, explicó un paciente que pidió mantener su identidad oculta. “Solo pedimos que nos atiendan como seres humanos que somos”, añadió.

Foto: Keenami Pallares

Los hospitalizados son propensos a contraer otro tipo de enfermedades por el estado insalubre de las salas y los baños. Varios pacientes denunciaron que en ocasiones el recinto está inundado con aguas negras.

Otra prueba de la decadencia del hospital es la alimentación de los pacientes. “Aquí no me dan comida. Si no es porque mi mamá trae algo de la casa yo no como”, denunció el paciente.

El suministro se suspendió para más de 75% de los internos, debido a una deuda que contrajo el hospital con la empresa distribuidora de alimentos.

Únicamente aquellos que presentan desnutrición son los que reciben una porción de comida que, a juicio de los médicos, no cuenta con los nutrientes necesarios para ayudarlos en su recuperación. 

Corrupción 

“Nos dimos cuenta que dan prioridad a los familiares o amigos de los altos cargos del hospital. Una señora duró solo tres días aquí y la operaron con los insumos de otra paciente que lleva más de mes y medio esperando cirugía”, denunció el paciente. 

El doctor Villarroel explicó que el hospital se maneja con un sistema de directrices. Se rigen por una jerarquía totalmente vertical en la cual, si uno de los directores da la orden de atender con prioridad a un paciente proveniente de algún ministerio o institución, los médicos deben obedecer y respetar el ingreso.

“El deber ser es que todos los pacientes sean tratados igual, eso es lo que debería buscar esta institución”, puntualizó Villarroel.

Explicó también que, en el caso de los pacientes quirúrgicos, es necesario que cuenten todos los materiales para la operación. “Si el que es enviado por una institución cuenta con todos los requisitos está bien que sea atendido primero”.

Foto: Keenami Pallares

Los trabajadores del hospital Vargas se mantienen en paro indefinido para exigir un sueldo que vaya desde los 120 hasta los 440 salarios mínimos, para poder cubrir sus necesidades y vivir de forma digna.

El doctor Carlos Prosperi, presidente de los médicos internos del hospital, aseguró que el personal de la salud ya no tiene miedo de reclamar sus derechos, debido a que su mayor temor es no poder alimentar a su familia o enfermarse y tener que atenderse en Venezuela, un país donde el descuido de los hospitales es la principal violación al derecho universal de la salud. 

A las 3:00pm en la puerta del hospital, la señora del café recoge su improvisado puesto, se despide con un: «nos vemos mañana a la misma hora» y sus palabras quedan como registro de una invitación a no perder la esperanza de seguir luchando por un mejor país. 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!