Joanni Flores lloraba desesperanzada cuando le dijeron que no podían aceptar a su hijo en el Hospital Uyapar del estado Bolívar, único centro pediátrico de Ciudad Guayana, porque no había los insumos médicos ni camas disponibles para atender a su pequeño.

«Se me está muriendo mi hijo», eran las palabras que repetía la mujer en varias ocasiones al ver que su bebé de cuatro meses con paludismo y desnutrición no podía recibir los cuidados necesarios para curarlo.

“Fui a la Fundación Lala y de allá me mandaron para acá (Hospital Uyapar) y me dijeron que no me lo podían atender porque no tenían dónde meterlo, me mandaron para mi casa. Lo llevé al módulo, ya no hallo a dónde llevarlo (…) a él le dieron su tratamiento para el paludismo, pero no veo mejoría”, dijo la dama al diario Correo del Caroní, quien mostraba preocupación por no poder ayudar a su bebé.

Luego de insistir y regresar varias veces al recinto médico, logró que el neonato ingresara a la sala de emergencias del hospital. El niño pudo recibir atención médica con lo poco que había dentro del hospital.

Familiares con pacientes dentro del centro de salud indican que los niños son atendidos en sillas de espera y a algunos los acuestan en el piso y deben lidiar con todos los gastos de medicamentos e insumos médicos.

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