La Sociedad Anticancerosa calcula que este año fallecerán 28.223 personas por cáncer en Venezuela debido a diferentes motivos relacionados con la crisis / Foto referencial

La hiperinflación, junto con la crisis de salud que mantiene los equipos de radioterapia y el abastecimiento de quimioterapias al mínimo, recorta la esperanza de vida de los pacientes con cáncer

En cuatro meses el costo de una sesión de radioterapia aumentó 333%. En agosto de 2017 un ciclo del tratamiento para un paciente con cáncer costaba 35 millones de bolívares en clínicas, pero hoy la hiperinflación elevó el costo hasta 130 millones de bolívares. Mientras que la opción de atenderse en un hospital se redujo de 27 máquinas a solo poder optar al Servicio Oncológico Hospitalario (antiguo Padre Machado) y al hospital Domingo Luciani, ambos ubicados en Caracas.

Desde 2016 el Ministerio de Salud dejó de pagarle a la empresa argentina Invap por el mantenimiento y actualización tecnológica de los centros, que se realizaba a través del convenio Argentina-Venezuela. La deuda ocasionó que en febrero se dejara de prestar el servicio de mantenimiento y actualización tecnológica. Desde entonces los 16 aceleradores lineales y nueve bombas de cobalto en los hospitales del país se fueron paralizando.

En noviembre del año pasado Petróleos de Venezuela firmó un nuevo convenio para pagar la deuda de 30 millones de bolívares, pero el trato para intentar salvar la vida a quienes tienen cáncer quedó engavetado desde que comenzó la reestructuración de la industria petrolera, informó una fuente vinculada al convenio.

Carmen Córdova tiene 49 años de edad y un diagnóstico de cáncer de cuello uterino desde hace cuatro meses. Hasta la fecha no ha podido acceder a quimioterapia porque no hay tratamiento en la Farmacia de Alto Costo del Seguro Social ni cupo para optar por sesiones de radioterapia. En el hospital Domingo Luciani no tiene opción de atenderse hasta mayo y en el antiguo Padre Machado le dijeron que volviera en marzo. “Me duelen las piernas, el vientre y las caderas. Me cuesta caminar. Tengo miedo porque la gente se está muriendo y no le solucionan a nadie. Cada día que pasa hay menos posibilidad de curarme”, dice.

Córdova acudió al Hospital Universitario de Caracas, pero desde octubre no se hacen radioterapias. Durante el año pasado 15 pacientes al mes eran enviados a hospitales de Anzoátegui, Guárico y Aragua con los viáticos pagados para poder hacerse el tratamiento, pero desde hace tres meses no existe esta opción por la paralización de los equipos. En el Oncológico Luís Razetti desde mayo de 2017 está paralizado el servicio y en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo desde agosto del año pasado.

Peregrinaje para salvarse. Desde 2012 en el hospital Domingo Luciani se podía hacer radiocirugías, pero el avance médico solo les duró hasta 2015 por falta de mantenimiento. En esos tres años pudieron atender a 469 pacientes.

Hasta noviembre el Seguro Social se encargaba del mantenimiento del acelerador lineal. En esa fecha el Ministerio de Salud actualizó la tecnología. Se adquirió un nuevo acelerador lineal con el sistema Unique que permite a los médicos minimizar el daño en el tejido sano normal y además permite la radioterapia en 3D para una administración más precisa en el tratamiento. Sin embargo, debido a que el tomógrafo no sirve, los radioterapeutas no pueden sacarle provecho a las bondades de la nueva adquisición para evitar daños secundarios al paciente, así que continúan usando la 2D.

En diciembre 16 personas, en su mayoría mujeres con diagnóstico de cáncer de mama, llegaron de los Andes con maleta en mano para pedir un cupo para el tratamiento con la última adquisición que hizo el Ministerio de Salud, pero la larga cola de personas que demandan la terapia en todo el país no dejó que ninguna fuera atendida.

“El paciente oncológico como tiene cáncer y piensa que se va a morir no lucha por sus derechos”, sentencia una radioterapeuta del hospital Domingo Luciani.

Pese a la premura de estas mujeres no se pudo hacer nada. “En cáncer de mama se recomienda empezar a las dos o tres semanas de haber concluido con el tratamiento. Pero si la paciente está con tratamiento de hormona terapia puede esperar de dos a cuatro meses”, explica la especialista.

Clínicas: la única opción. Desde abril del año pasado los niños del JM de los Ríos no tienen el servicio de radioterapia operativa. Cada semana el servicio de Oncología evalúa en promedio a nueve pacientes que necesitan este método para eliminar las células malignas.

Cuando el servicio del Hospital de Niños fallaba, el Hospital Universitario de Caracas adoptaba a estos pacientes pediátricos para terminar el tratamiento, pero esta opción no está disponible. Mientras que en el hospital Domingo Luciani no se cuenta  con la técnica adecuada ni el servicio de anestesiología.

“Cuando no se le puede hacer la radioterapia se le aplica al niño más quimioterapia para aguantarlo sistémicamente, pero a veces se necesita la  radioterapia. El niño termina haciendo metástasis o va disminuyendo su calidad de vida hasta que fallece. La única opción que tienen en estos momentos es pagar el tratamiento en privado”, explica una especialista del JM de los Ríos.


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