Jubilados y pensionados tienen que hacer largas colas, por horas y bajo el inclemente sol o la lluvia para sacar algo de efectivo de sus cuentas bancarias. Muchas veces los cajeros les dan paquetes de billetes de 10 o 20 bolívares, que suelen ser rechazados en muchos comercios. 

El lunes 13 de noviembre, cuando se esperaba el pago de aguinaldos anunciados por el presidente Nicolás Maduro, personas de la tercera edad trancaron la avenida Bolívar de Maracay cuando el Banco Caroní les notificó antes de cerrar sus puertas que no recibieron efectivo para hacer los pagos.

Esto se explica con los datos financieros publicados por el Banco Central de Venezuela hasta octubre de 2017. Lo que aún no incluye la introducción del nuevo billete de 100 mil bolívares. A pesar que el nuevo cono monetario representa el 76% del valor del efectivo circulante, este representa menos del 10% de billetes disponibles. Es decir, que hay muchísimos billetes pero con poco valor, que además se pierden con la inflación que ya sobrepasa el 50% mensual, lo que economistas señalan como hiperinflación.

Además, el efectivo apenas sobrepasa el 5% de toda la liquidez monetaria que se completa con los depósitos bancarios e instrumentos financieros. Esto explica porqué los cuentahabientes del país no pueden retirar el dinero que les es depositado o han ahorrado: no hay suficiente efectivo para sacarlos.

Un detalle curioso es que el único billete que realmente se ha desmonetizado, es decir, que se ha retirado del uso es el de 2 bolívares, mientras que el BCV sigue insertando en la economía los de 100 aunque desde diciembre de 2016 se anunció que dejarían de circular e incluso de tener valor monetario.

Por otro lado, el billete de 500 es el más usual del nuevo cono monetario a partir de octubre. Esto a pesar que hasta el mes anterior había sido el de 1000 bolívares y que el de 2000 se estaría produciendo en la Casa de la Moneda de Maracay.


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