El ex ministro de Empresas Básicas y Minería considera que el fracaso de la criptomoneda se debió a errores del gobierno como respaldarla con recursos que están en el subsuelo, algo prohibido por la Constitución y la Ley de Hidrocarburos. De continuar en caída la producción petrolera, “en el segundo semestre de 2018 Venezuela cerrará con un bombeo de 800.000 a 900.000 barriles por día, con lo que dejaría de ser un país OPEP en diciembre”, advierte.

El 3 de diciembre de 2017, el presidente Nicolás Maduro anunció la creación del petro como la panacea para fortalecer la economía nacional. Aseveró que con la criptomoneda se podía pagar la deuda e incluso los servicios, además de la compraventa de pasajes aéreos y bienes inmuebles. Pero desde hace tres meses el Ejecutivo ha guardado silencio sobre su moneda digital.

El economista Víctor Álvarez, ex ministro de Empresas Básicas y Minería en 2005-2006, explica que, pese a ser una buena idea, el petro no llegó a buen puerto porque el gobierno cometió muchos errores como saltarse la Constitución y la Ley de Hidrocarburos, que prohíben comprometer las riquezas del subsuelo.

Destaca que los inversionistas y tenedores de bonos son muy cuidadosos para no enfrentar demandas a futuro, ante el reclamo de un gobierno porque su antecesor incurrió en violaciones legales, y ese es el caso de la criptomoneda. “El petro fracasó porque el gobierno implementó muy mal la medida”, asegura.

Advierte que la razón de Maduro de evadir con la moneda virtual las sanciones económicas del presidente Donald Trump también se volvió en contra, porque los inversionistas le temen a la prohibición del gobierno de Estados Unidos de negociar con un gobierno dictatorial.

A su juicio, el petro surgía como una buena oportunidad de más ingresos para Venezuela, ahora que sus exportaciones petroleras se han derrumbado por la caída de la producción de crudo de Petróleos de Venezuela, que está en 1,4 millones de barriles diarios según los informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

También habrá dificultades para cumplir con el servicio de la deuda externa de la República y de Pdvsa este año, debido a que la única fuente de ingreso son las exportaciones de petróleo ahora afectadas por el declive de la explotación de crudo.

Álvarez, economista egresado de la Universidad de La Habana, máster en Ciencias Políticas y Públicas de la UCV, docente, coordinador del Observatorio de Economía del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales y Premio Nacional de Ciencias en 2013, es un crítico de las políticas económicas y sociales del gobierno. “El socialismo sin capitalistas no funciona”, afirma.

—¿Por qué el petro?

—El gobierno de Venezuela creó este recurso para romper con las sanciones del presidente Trump, que prohibieron la posibilidad de colocar nuevas emisiones de deuda de la República y de Pdvsa en el mercado estadounidense. Luego hubo otras decisiones de Washington de penalizar a todo aquel que dé oxígeno al gobierno de Venezuela, y allí entró el petro. Para las empresas y los mercados es importante el riesgo ‘reputacional’ que implica tratar con un gobierno sancionado y por eso se replantean hacer pequeños negocios con Venezuela o sacri-

ficar los grandes con Estados Unidos, lo que explica la decisión de la India de no aceptar transacciones en petro.

—La gente común no tiene claro lo de las monedas virtuales.

—Hay criptomonedas de primera generación que nacen de forma descentralizada por iniciativa de los mercados. No tienen respaldo de monedas fiduciarias y se basan solo en la confianza, pero con el problema de la enorme especulación y las bruscas oscilaciones de precios (el bitcoin cayó de 20.000 a 7.000 dólares por unidad entre diciembre y mayo pasados). Las de segunda generación, como el petro, son promovidas por los gobiernos y Estados, así que su emisión es centralizada con el respaldo de recursos naturales lo que es una ventaja, pues su precio está atado a las cotizaciones del petróleo, oro o diamante.

—Usted dice que la medida

fue mal aplicada.

—Las criptomonedas con respaldo son una buena idea, pero el petro fue torpemente implementado y eso contribuyó a su fracaso. La emisión de 100 millones de petros era respaldada por las reservas del Campo 1 del Bloque Ayacucho de la faja del Orinoco con más de 5,4 millardos de barriles de petróleo, pero esto significa comprometer recursos del subsuelo, lo cual está prohibido en la Constitución y en la Ley de Hidrocarburos. Lo que debió hacerse fue titularizar solo 100 millones de barriles para resolver el tema legal, pero con su apuro el gobierno creó muchas dudas jurídicas. Si el tema constitucional y legal no está claro, el inversionista teme que no se le reconozca cuando haya un cambio de gobierno. Otro error fue politizar el petro colocándolo para todo tipo de transacciones (tarifas, prestaciones so—Hasta ciales, pasajes aéreos, bienes inmuebles), que representan una minucia frente a la atracción de importantes recursos internacionales para resolver la crisis del país y recuperar la industria petrolera.

—La producción de crudo en Venezuela sigue en picada.

—El reporte de la OPEP indica que la producción bajó a 1,4 millones de barriles diarios, pero si sigue cayendo entre 90.000 y 100.000 barriles diarios mensuales en el segundo semestre de 2018, Venezuela cerrará con un bombeo de 800.000 a 900.000 barriles por día, con lo que dejaría de ser un país OPEP en diciembre. La caída de la producción implica menos ingresos por exportaciones petroleras, que son la única fuente de divisas del país. Ya Pdvsa notificó a sus clientes que no podrá cumplir con los suministros establecidos en los contratos.

—¿Habrá dificultades para pagar la deuda externa?

ahora el gobierno ha aplicado un default selectivo: escoge a quien le paga y a quien no. El problema se presenta en el segundo semestre de 2018 porque la producción está colapsando y hay menos ingresos por exportaciones, sin perder de vista una ola de embargos y querellas judiciales contra la República y Pdvsa. La deuda es un peso muy grande, según el cronograma de pagos del Ministerio de Finanzas; para los próximos 10 años Venezuela debe pagar en intereses y capital entre 8 millardos y 10 millardos de dólares anuales.

—¿Cómo recuperar Pdvsa?

—Con las políticas del gobierno de Maduro es difícil una recuperación financiera y operativa de Pdvsa. Llevar la explotación de crudo a 3 millones de barriles diarios necesariamente requiere inversiones privadas, nacional y extranjera, con énfasis en las áreas tradicionales de crudos livianos y medianos muy demandados en los mercados. Hay que redefinir los proyectos de crudos pesados en la faja que implican grandes inversiones y tienen un fuerte competidor en precio y calidad con el petróleo de lutitas. Otra acción urgente es repatriar el recurso humano altamente calificado que perdió Pdvsa con los 20.000 despedidos en 2003 y la reciente estampida de personal. Estos trabajadores vendieron todo para irse por lo que su regreso incluye garantizarles, además de los beneficios laborales, una buena calidad de vida con vehículo, vivienda propia y dotada, y educación para los hijos mediante un programa de préstamos con facilidades de la banca pública y privada.


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