Vecinos de la parroquia La Guaira protestaron en la avenida Soublette el lunes pasado y mantuvieron el tráfico paralizado hasta altas horas de la noche.

El reclamo comenzó en el sector El Cardonal, donde los residentes de San Telmo, Quebrada de Cariaco, Guarataro, Llano Adentro y comunidades adyacentes trancaron la vía frente a la prefectura de La Guaira. A las 5:00 pm el reclamo se extendió a Punta de Mulatos y a la plaza Bolívar con la suma de los habitantes de los sectores La Plazoleta, Gavilán y Puente de Jesús.

La queja tenía las mismas razones: La demora en el suministro mensual de las cajas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, la disminución del número de  productos y el incremento de más de 1.000%, sin haberles avisado, lo que llevó a que los vecinos expresaran su malestar.

José Sánchez, residente de Llano Adentro, consideró un abuso la situación y agregó que era una exageración el aumento de precio de los productos, que pasaron de 30.000 bolívares a 305.000 bolívares. “Ahora traen menos artículos. Pretenden cobrarnos eso por cinco harinas, un arroz, dos paquetes de azúcar y un aceite, que no nos llegará a ninguna parte”.

Contó que mucha gente pidió prestado y se encontró con que ahora no le alcanzaba para pagar la caja. “Muchas familias se quedarán sin comer”.

Señaló que además los obligan a pagar en efectivo, lo que es prácticamente imposible por la limitación de dinero en la calle. “Los padrinos de estas parroquias deberían estar pendientes de la seguridad alimentaria. Nunca tienen respuesta y en los cerros estamos pasando hambre”, indicó.

Elizabeth Rodríguez, ama de casa de San Telmo, explicó que las cajas son abiertas y les sustraen los productos. “No es solo que es menos comida y más cara, sino que también le sacan la leche y el azúcar. Ahora están más costosas y están incompletas”, destacó.

Advirtió que los niños son los más afectados. “Tengo que acostarme sin comer completo para que mi nieto pueda llevarse algo de alimento a la boca. Y esto es cuando logramos tener algo en casa, que no es la mayoría de las veces. En muchas ocasiones me acuesto sin nada en el estómago”, confesó.

Karina Moreno, también vecina de San Telmo, afirmó que siempre falla el suministro. “Los productos de las cajas los sacan y luego los bachaqueros los venden en el mercado popular de Maiquetía. Allí podemos encontrar la leche y el azúcar a precios mucho más altos, bajo la mirada complaciente de las autoridades”.

Y se preguntó: “¿De dónde sacan los productos los bachaqueros si todos esos están regulados y deberían estar en nuestras cajas o bolsas?”.

Nueva queja. Como no todos tenían efectivo se habilitaron puntos de venta, pero para utilizarlos se debía cancelar 40% adicional al costo de la caja.

Matilde Osorio, otra de las manifestantes, se quejó de la situación y recriminó porque les cobraran de más. “En qué país vive esta gente. Ya no se aguanta más. Se han metido con la comida del pueblo y no vamos a parar las protestas hasta que nos den una respuesta”, indicó.

Al lugar acudieron agentes policiales que intentaron dispersar las protestas. Varios camiones con productos llegaron después, aunque los precios se mantuvieron a pesar del reclamo.


“El transporte público es un caos”

L. L.

William González, presidente de la línea José María Vargas, informó que no hay transporte público porque los choferes no tienen cómo ponerlos a rodar. “El servicio de hoy es el reflejo de un país quebrado”.

Dijo que es imposible mantener un carro con lo que se cobra por el pasaje. Enfatizó que las rutas urbanas de Vargas se están quedando solas debido a que los conductores están migrando a Naiguatá, Guarenas, Guatire y hasta Valencia porque en las extraurbanas el cobro es mayor. “Hay desespero por hacerle frente a la inflación, sino tu familia se puede quedar sin comida”, señaló.

Añadió que los cobros los hacen al subir a la unidad porque muchos pasajeros se bajan sin pagar. “El domingo le cayeron a golpes a un muchacho simplemente porque estaba cobrando. Estamos llegando a un alto grado de violencia como resultado de una absurda política populista del servicio, que genera cada día más caos y desesperanza”, aseveró.


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