Varios ex presos políticos cuestionaron este lunes la veracidad de las declaraciones oficiales sobre la muerte del concejal Fernando Albán, que fue calificada como un suicidio por parte de Tarek William Saab, fiscal general designado por la asamblea nacional constituyente, y Néstor Reverol, ministro de Interior Justicia y Paz.

Sairam Rivas, dirigente estudiantil de la Universidad Central y ex presa política, aseguró a El Nacional Web que no cree en la versión de las autoridades debido a que sabe que la vigilancia que ejerce el Sebin sobre los presos políticos es exhaustiva, cuando estuvo detenida.

«La custodia es demasiado fuerte. Las pocas veces que te dejan salir a agarrar sol te custodian. En mi caso el baño estaba dentro de la celda de detención, pero siempre están vigilando. Y no me dejaron acercarme a ninguna ventana. Es mentira eso que dicen de que se suicidó», señaló Rivas, quien se manifiestó junto al movimiento estudiantil en las adyacencias del Sebin.

Rosmit Mantilla, diputado a la Asamblea Nacional (AN), aseguró también que »El concejal Albán fue asesinado. Ningún preso político que pisa el Sebin de Plaza Venezuela o de El Helicoide puede ir al baño sin, por lo menos, la vigilancia de dos funcionarios. Es una víctima más de González López y de la vicepresidente Delcy Rodríguez», dijo Mantilla.

El parlamentario explicó que en una ocasión utilizó el baño y fue escoltado por dos funcionarios, y reiteró que siempre estuvo vigilado.

«Para el momento que fui sacado a golpes de la clínica, 10 días antes de ser ‘liberado’ fui llevado al piso 10 del Sebin de Plaza Venezuela. En ese piso, funcionaba el servicio médico, donde me examinaron durante tres horas antes de ser llevado de nuevo al Helicoide. Llegué muy nervioso y medicado en consecuencia a la abrupta forma en la que me sacaron del Urológico San Román. Pedí el baño porque de los nervios quería vomitar y orinar, fui escoltado por dos funcionarios, en la puerta del sanitario me quitaron las esposas y me dijeron ‘rápido’, entraron y  abrieron el cubiculo donde estaba la poceta. Ellos aguardaron en el lavamanos y yo apenas pude orinar». 

Mantilla detalló que en los cubículos del sanitorio no tiene ventanas, sino que se encuentran cerca de los lavamanos donde esperan los funcionarios policiales. 

«El cubículo de la poceta no tiene ventana. La ventana está al lado del lavamanos, donde te esperan los funcionarios. Es imposible estar fuera de la mirada de los custodios en esa torre. Siempre debes estar acompañado», narró el legislador.

Mantilla recalcó que Rodolfo González, preso político, también murió en las instalaciones del servicio de seguridad nacional.

«Recordemos que no es el primer muerto. Ya nuestro Rodolfo Gonzalez se quitó la vida, tras tres dias de tortura psicológica que vivimos juntos. Rodolfo quedó vivo, y ellos le colocaron una sábana blanca y lo dejaron morir. La tortura es política de estado. Que Dios cuide a nuestros presos políticos», dijo el parlamentario en un comunicado.

La Constitución indica, en el artículo 43, que el Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier forma.

El concejal Albán estaba detenido desde el viernes pasado por su presunta participación en el «atentado» en contra del presidente Nicolás Maduro, y diversas organizaciones por la defensa de derechos humanos, diputados y familiares exigieron una investigación independiente sobre el suceso.


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