Los familiares de caídos en las protestas y de presos políticos realizaron la segunda jornada de testimonios sobre violación de derechos humanos y delitos de lesa humanidad que se documenta para elevar ante la OEA. “Mi esposo tiene 65 años de edad, fue detenido el 31 de mayo y sometido a un proceso militar. Está desnutrido, ha perdido 30 kilos en 180 días de cárcel por disentir del gobierno. Su estado es delicado porque hace 30 años se le extrajo un riñón”, señaló Cristina Giardinella de Vethencourt, esposa del preso político Eduardo Vethencourt.

Dijo que los médicos del penal han alertado sobre la necesidad del traslado para una revisión especializada, pero las autoridades del recinto no lo permiten. Añadió que su esposo, acusado de traición a la patria, instigación a la rebelión y delitos contra la soberanía, estuvo primero en la Dgcim, en Ramo Verde, y ahora en la cárcel Fénix en Lara. “Allí son obligados a cantar y exaltar la gestión de este gobierno. Duermen en colchonetas en el piso, y les dan un cuñete de agua una vez a la semana para su aseo e hidratación. Por una ventanilla con una cuerda, pasa sus propios excrementos en una bolsa plástica y recibe los alimentos y el agua”.

David Vallenilla, padre del joven enfermero del mismo nombre asesinado por un policía militar en junio, denunció que su hijo fue víctima de un fusilamiento: “Solo faltó el paredón. Mi hijo fue a protestar por querer un mejor futuro. Toda la cadena de mando que estuvo allí en la base aérea de La Carlota y hasta Padrino López es responsable de lo que pasó con mi hijo. Este fue un crimen que llena todos los requisitos para calificar como crimen de lesa humanidad”.

Nahjud Colina, familiar del diputado Renzo Prieto, aseguró que el joven es un preso político del gobernador de Táchira, José Vielma Mora: “Ha sido víctima de tratos de tortura y se le viola su inmunidad parlamentaria. Nunca ha tenido una revisión médica formal, a pesar de haber hecho una huelga de hambre en 2015 por su libertad”, indicó. Añadió que la audiencia de Prieto ha sido diferida 27 veces.

“Mi hija recibió dos disparos, en el cuerpo y en la cara, pidió clemencia para que no le dispararan y no bastó, le dispararon y perdió 80% de su masa cerebral y el ojo derecho”, relató Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, asesinada en 2014.

El abogado Omar Mora Tosta señaló que en el país hay una violación sistemática de derechos humanos que ha sido develada ante la comunidad internacional. La activista Lilian Tintori dijo que los testimonios serán enviados a la OEA y se recogerán hasta el 30 de octubre: “Es muy importante que toda la comunidad internacional, la OEA y la Corte Penal Internacional, conozcan la verdad sobre lo que pasa en Venezuela”.


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