Los familiares de Melvin Farías y Junior Rojas, quienes están detenidos desde hace más de 330 días sin pruebas, se reunieron con la delegación de las Naciones Unidas durante su visita a Caracas y les entregaron un expediente sobre la situación de los presos.

Farías y Rojas fueron detenidos en abril del año 2018 por los sucesos ocurridos en el Centro Comercial San Ignacio que involucraron disparos a una joyería y al hijo de un funcionario del oficialismo.

A los hombres les imputaron seis cargos y les han diferido en seis ocasiones la audiencia preliminar. Permanecen en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, DGCIM, en Boleita, Caracas.

Sus familiares han tratado de mantener bajo perfil por el nexo de los dirigentes oficialistas con el caso, pero la situación de los detenidos ha obligado a Yari Farías, hermana de Melvin y sobrina de Rojas, a denunciar las irregularidades del proceso.

“No queríamos hacer este caso público, pero mi hermano se encuentra en una situación muy delicada. Sufre de gastritis crónica y suele vomitar diariamente, incluso sangre, y su estado depresivo lo ha llevado a intentar suicidarse con su braga”, dijo Farías en exclusiva para El Nacional.

Resaltó que los hechos fueron tergiversados por las autoridades que llevan el caso y que no se les ha permitido emitir el alegato de defensa porque “la jueza que está a cargo debe recibir órdenes de sus superiores para proceder”.

“No queremos revelar los nombres de los implicados en estas decisiones por miedo a represalias. Ya hemos recibido amenazas debido a que están vinculados con el oficialismo. Sabemos que son los responsables de que no se hayan aplicado medidas sustitutivas, de que se haya diferido su audiencia tantas veces y de que no atiendan los problemas de salud de mi hermano”, apuntó.

Farías contó que en los 45 días de investigaciones preliminares antes del veredicto de la Fiscalía, sus parientes estuvieron incomunicados. Posteriormente, permanecieron recluidos a pesar de que no tenían pruebas para imputarles cargos. 

“Las evidencias de lo que ocurrió aquel día desaparecieron, los videos de seguridad del centro comercial fueron borrados, ya no están. Ahora, están encerrados sin haber hecho algo”, lamentó la hermana de Melvin.

Actualmente, los visitan todos los domingos y les permiten llevarle los alimentos a Melvin debido a su condición.

“Están encarcelados en el sótano de la sede de la DGCIM en Boleíta; no tienen aire acondicionado y no sabemos en qué condiciones duermen o cómo se alimentan. Es estresante”, expresó.

Sus familiares viven con el miedo constante de no estar al tanto de lo que sucede con ellos dentro de sus celdas. Saben que Rojas y Farías han sido víctimas de tratos crueles, pero el llanto los vence cada vez que intentan hablar sobre eso.

Adriana Gutiérrez, madre de Melvin Farías, afirma –entre lágrimas– que cada día implora que su hijo y su hermano sean liberados, y teme que la vida de los hombres corra peligro dentro de las celdas de la DGCIM.

“Mi hijo solo tiene 21 años de edad y él no hizo absolutamente nada, es inocente y temo por lo que le ocurra. Por favor, déjenlos libres”, suplicó Gutiérrez.

Presión internacional

El propósito de la declaración de la familia Farías es lograr respaldo de los medios de comunicación y de las instituciones internacionales. Por ello, fueron partícipes de la reunión con la comisión de la Organización de las Naciones Unidas designada para evaluar la crisis en Venezuela.

“Estuvimos presentes en la reunión con los integrantes de la comisión designada por la Organización de las Naciones Unidas; les entregamos el expediente que registra lo sucedido durante estos 336 días y nos dijeron que le harían seguimiento. Esperamos justicia”, señalaron.

Los familiares informaron que debieron grabar un video con el relato de la escena, porque “no tuvieron la oportunidad de narrar los hechos desde su perspectiva y las pruebas reales han desaparecido”.

Yari Farías también ha divulgado constantemente a través de sus redes sociales lo que ha ocurrido durante la detención de su hermano y de su tío, y cómo se lleva a cabo el proceso legal. Sin embargo, no ha sido suficiente para que genere una respuesta de los tribunales.

“Pedimos públicamente justicia. Pedimos a las autoridades que se pronuncien y que les otorguen la libertad plena, porque son inocentes de lo que se les acusa”, imploró Yari.

Carta de la madre de Melvin Rojas. (Foto: Cortesía) 


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