Han pasado casi seis meses del encarcelamiento del diputado a la Asamblea Nacional Gilber Caro. A pesar de ser un civil y tener inmunidad parlamentaria, es acusado de traición a la patria por un tribunal militar.

Han sido múltiples los pronunciamientos nacionales e internaciones que exigen su inmediata liberación, pero es su familia la que sufre el drama de acompañarlo. Caro estuvo anteriormente tras las rejas durante 10 años. Al regresar a las calles se volvió activista social y en 2015 fue electo diputado suplente.

Para la familia es un sacrificio visitarlo por todos los gastos que involucra el traslado hasta el penal, que está ubicado en el estado Carabobo. Su mamá lo ha visto una sola vez. Pide a Dios la fuerza suficiente para poder afrontar el difícil momento por el que atraviesa. Recuerda que en el último encuentro fue su hijo quien la animó a no perder la fe en que todo saldrá bien.

La hermana del parlamentario, Jeidy Caro, lo visita una vez al mes. Dice que entrar a la cárcel de Tocuyito es una experiencia inhumana. Afirma que la someten a un “denigrante chequeo” para evitar que ingrese objetos prohibidos.

Denuncia que a Gilber Caro lo mantienen aislado 23 horas al día. Aprovecha la única hora que le permiten salir para hacer ejercicios. “Mi hermano está amarillo. La última vez que lo vi le pregunté por qué estaba así y me respondió que casi no veía la luz del sol”, relata. “Me dijo que para él todo era gris allá adentro”, agrega.

A pesar de lo ocurrido, afirma que el diputado no ha desistido en sus ideales de luchar por un país más seguro, con alimentos y medicamentos. Dice que esa es una promesa que le hizo a su hija y está dispuesto a cumplirla.

“Él me ha dicho que no quiere una guerra civil en Venezuela. Que el lugar donde se encuentra está lleno de paz porque ha perdonado a quienes le hicieron daño, a quienes lo mantienen injustamente detenido, y que mientras tenga a Dios en su vida estará tranquilo”, expresa.

Asegura que Gilber Caro, aunque come tres veces día, no se alimenta. Menciona que algunas veces le dan arroz o pasta, pero sin ninguna proteína. Por esa razón solicita a las autoridades que su hermano sea trasladado a Caracas para que su familia puedavisitarlo y llevarle, al menos, “un plato de comida decente”.


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