El 1° de agosto el Foro Penal Venezolano contabilizó 620 presos políticos, de los cuales 488 fueron liberados en los 4 meses siguientes. Simultáneamente, pese a que en ese período no se registraron protestas en el país, el gobierno privó de libertad a 167 personas. A la fecha, 299 permanecen detenidas. La ONG advierte sobre esta práctica del gobierno de Nicolás Maduro, que define como el “efecto de la puerta giratoria de los encarcelamientos”.

Alfredo Romero, director Ejecutivo de la ONG, indicó que esta situación ocurre desde el año 2014. «Es algo metódico de los regímenes dictatoriales, como en China. Dan libertad a algunos presos políticos para crear una percepción de que están liberando personas, pero a la vez encarcelan a otros. La línea de liberaciones y encarcelaciones es paralela», señaló.

Indicó que existe un caso particular que muestra el «efecto de la puerta giratoria» que aplica el gobierno, sobre todo en épocas de diálogo político, para “abrogarse las liberaciones”. Se trata de Francisco “Pancho” Márquez, dirigente de Voluntad Popular, quien tras cuatro meses detenido en El Helicoide fue puesto en libertad en octubre de 2016, pero el mismo día, fue encarcelado y recluido en la misma celda de Pancho, su compañero de partido, el concejal de San Cristóbal, José Vicente García, quien aún está preso.

“El gobierno hace mucha publicidad de algunas liberaciones, pero calla cuando se producen otras encarcelaciones”, indicó Gonzalo Himiob, director del Foro Penal. Señaló que la disminución de la cifra de presos políticos no obedece a que se cumplió una de las exigencias de la oposición en la mesa de diálogo, “sino porque al gobierno le está resultando desde el punto de vista nacional e internacional muy costoso”.

Informó que las nuevas detenciones se han dado en la Gran Caracas y en los estados Aragua, Carabobo, Lara, Mérida y Zulia.

Himiob añadió que esa estrategia la aplica el gobierno con la intención de mantener un número de presos políticos para utilizarlos como “fichas de negociación” en las conversaciones con la oposición. Señaló que esto ha ocurrido previo a los procesos de diálogo de 2016 y de este año.

«A otras personas se les ha detenido sencillamente para neutralizarlos como factores de protesta. En Carabobo está el caso de un joven que había sido detenido en 2014 y ahora fue apresado de nuevo porque estaba realizando foros y actividades que, según el gobierno, son subversivas”, explicó.

Andrés Colmenares, director de la ONG Funpaz, indicó que la “puerta giratoria” le permite al gobierno hacer “un juego macabro” con la justicia, “porque son los tribunales y el Ministerio Público los que ordenan –con anuencia del presidente Maduro– la libertad o el encarcelamiento de los ciudadanos”, señaló.

Aseguró que esa “práctica sádica”, de jugar con las libertades de los ciudadanos para tener “una ficha a la mano”, le permite al gobierno ganar oxígeno en las negociaciones y “ponerse una cara de demócratas” ante la justicia nacional, frente a los países del mundo y organismos internacionales.

De acuerdo con el Foro Penal, a comienzos de 2016 se registraron 311 arrestos por razones políticas. Pero hubo un “repunte acelerado” de la persecución en mayo de ese año, que coincidió con la mediación del ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en la “mesa de diálogo”. La cifra aumentó a 2.124 arrestos y el número de presos políticos a 31.

En el primer trimestre de este año había 116 presos políticos. En mayo subió a 303, lo que supera el récord de 1958 de encarcelados en Venezuela por razones políticas. En agosto, luego del período de protestas, el Foro Penal registró alrededor de 620 detenidos y esta cifra se redujo a 299 actualmente.

Mecanismo de coacción. “Pareciera que después de las manifestaciones que surgieron este año, el Estado venezolano está procurando aumentar la cantidad de presos políticos precisamente para evitar que esos hechos ocurran de nuevo”, expresó Manuel Virgüez, director de la asociación civil Movimiento Vinotinto. Dijo que el gobierno de Hugo Chávez dejó 60 presos políticos y que hoy Maduro tiene casi 3 centenas.

El abogado explicó que las personas que han sido liberadas con medidas cautelares en su mayoría no han vuelto a ser apresadas. Recordó que entre las que no han corrido con la misma suerte y han sido otra vez encarceladas está el general Raúl Baduel, quien a días de cumplir su pena le imputaron nuevos cargos y fue enviado a “la tumba” (cárcel del Sebin que está a 15 metros bajo el nivel del suelo).

“Hoy Baduel y su familia están siendo víctimas de tratos inhumanos y degradantes. El gobierno utiliza los órganos policiales, el Poder Judicial y todo mecanismo de persecución criminal que tiene un Estado en su haber para acallar a la disidencia política”, precisó.

Enfatizó que con esas prácticas el gobierno viola tratados internacionales en materia jurídica y de derechos humanos. También vulnera el debido proceso, el artículo 25 de la Constitución, el derecho a la presunción de inocencia y, en algunos, casos hasta el derecho a la salud y a la vida.


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