Con voz quebrada, pero firme en su mensaje. Irene Olazo denunció que su esposo, el capitán Juan Caguaripano, cumple 20 días desaparecido.

Tras ser detenido el pasado 11 de agosto, al militar lo llevaron a la sede del Sebin en Caracas; sin embargo, sus familiares denunciaron que no se encuentra ahí y los funcionarios en el lugar afirman que “desconocen su paradero”.

Olazo afirmó a El Nacional Web que el capitán ha sido víctima de torturas y agresiones por parte de los funcionarios de seguridad, pues un efectivo del Sebin le dijo que en la enfermería del reclusorio han atendido al capitán, le hicieron curetajes y le suministraron suero.

“Para hacer una cura debes estar herido, en las fotos que publicaron de mi esposo detenido se observa que fue visiblemente torturado”, dijo quien  es la madre de su única hija.

“Es casi una certeza que él no esta bien porque desde un principio ha sido muy irregular su proceso”, aseveró.

Olazo aseguró que al capitán Juan Caguaripano le violaron los derechos fundamentales establecidos en la Constitución y el debido proceso, pues, el acta de la audiencia realizada el 13 de agosto ordenaba como centro de reclusión la sede de la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim), pero una semana después fue trasladado al Sebin.

“Él no tiene un abogado privado que esta juramentado debido a que esta desaparecido. No ha podido revocar”, denunció.

La esposa y Juan Caguaripano padre, comparte el mismo nombre con el militar, piden enfáticamente una fe de vida del capitán, pues consideran que su desaparición constituye una violación a sus derechos humanos y “no saben hasta que punto puedan llegar (los funcionarios)”.

“No existe tortura física y psicológica que lo hagan quebrar a él en sus convicciones”, expresó su esposa.

Irene Olazo responsabiliza directamente al general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa; y a Nicolás Maduro, presidente de la República; de lo que le pueda pasar a su esposo.

No titubeó al asegurar que cualquier violación a los derechos humanos puede ser orden de Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, pues en  2014 en su programa de televisión hizo referencia al capitán.

“De una manera iracunda decía que lo iba a buscar debajo de las piedras, si en aquel momento por solamente hablar Diosdado hizo esa descarga emocional con tanta ira, ¿cómo no pensar que él ahorita pueda estar detrás de lo que le pase a mi esposo?”, preguntó.

Con un evidente nudo en la garganta, contó lo difícil que ha sido pasar tres años sin saber nada del  padre de su hija, pero ella está convencida que el amor a la patria, sus convicciones y el juramento que realizó de defender la libertad de Venezuela lo impulsaron a dejar a su familia y luchar por la democracia.

Desde hace muchos años el capitán descubrió y denunció hechos irregulares dentro de las Fuerzas Armadas. En 2014 se deslindó definitivamente de las filas militares y apoyó “La Salida”, lo que ocasionó que tuviese que mantenerse en la clandestinidad.

Su familia desde ese entonces no supo nada de él.

Al amanecer del 6 de agosto una mezcla de sentimientos abrumó a la familia Caguaripano, pues el capitán apareció en un video en el que anunciaba la unión cívico-militar en contra del gobierno de Nicolás Maduro y el asalto al Fuerte Paramacay en Valencia.

Sintieron alegría porque después de tres años sabían que Juan Carlos estaba vivo, miedo por las arremetidas del gobierno que podría sufrir él y su familia y esperanza porque sabían que el capitán mantenía firmes sus convicciones y valores.

Al preguntar por la personalidad del capitán, su padre Juan Caguaripano expresó que su hijo siempre mantuvo sus valores y moral intactos, no es un hombre que se deja corromper y que fue criado en una familia donde la honestidad y honradez siempre estuvieron presentes.

“Puedo decir que me siento orgulloso de mi hijo”, expresó su padre con nostalgia.

“El amor por su país y la convicción de liberar a Venezuela honrando sus valores militares, lograron que Juan Carlos se separara de su familia y de su hija y se fuera a luchar por Venezuela (…) me siento orgullosa de mi esposo y de lo que hizo porque abrió una esperanza a los venezolanos”, expresó Olazo.

La hija del capitán tenía apenas meses de nacida cuando éste se fue a la clandestinidad.  “Mi hija conoce a su papa por fotos, ella tiene dos una de él vestido de civil y otra vestido de militar”, recuerda la madre, quien aseguró que la ausencia de padre es una situación muy compleja de explicar a una niña de solo cuatro años.

“Yo siempre le digo: ‘Papi te quiere mucho. Él ahorita no está, él está trabajando y luchando por un mejor país”, dijo con lágrimas en los ojos.

Apoyo nulo de la oposición 

La esposa del capitán Juan Caguaripano y su familia no han recibido ningún tipo de apoyo ni una palabra de aliento por parte de los políticos de la oposición.

“Puedo interpretar esa acción de dos maneras: la primera, el temor de verse involucrados en una acción militar y la segunda, que ese acto heroico que hizo Juan Carlos los aplacó a ellos y generó que dijeran que iban para las elecciones (…) Siento que la oposición habrá sentido lo mismo que  muchos venezolanos, una esperanza, pero no quieren perder protagonismo”, expresó Olazo.

Los familiares del capitán enviaron un mensaje de esperanza a todos los venezolanos. Pidieron que el pueblo no pierda la fe.

“Un hombre no puede tener el control de nuestras vidas, el control de todo lo que esta pasando lo tiene Dios. Juan Carlos fue un instrumento de Dios para humillar al régimen”, dijo su esposa.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!