Funcionarios de la División General de Contrainteligencia Militar (DGCM) allanaron la vivienda de Lisbeth Añez, activista de derechos humanos que se encuentra recluida en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide, desde mediados de mayo. 

El procedimiento se llevó a cabo aproximadamente a las 9:00 am, explicó Luis González, hijo de Añez: «Me llamaron diciendo que estaban en la entrada del edificio, y que si no llegaba en media hora, procederían a tumbar la puerta», dijo en declaraciones a El Nacional Web. 

González detalló que pudo llegar a tiempo. Los funcionarios le mostraron la orden de allanamiento, en la que se indicaba cuáles eran los uniformados que llevarían a cabo el operativo, que duró 40 minutos. 

«El trato fue respetuoso. Vieron cada cuarto. Se llevaron unas fotografías, una cédula y unos celulares viejos», agregó. 

Continúa sin visitas

Desde que Añez fue apresada en El Helicoide el 12 de mayo, ni sus familiares ni sus abogados han podido visitarla. »No la hemos visto. Solo tenemos comentarios de terceros, nunca por nuestra cuenta», denunció. 

La activista fue detenida por funcionarios de la DGCM en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, cuando se disponía a tomar un vuelo con destino a Estados Unidos para visitar a sus padres. 

Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano y abogado encargado de la defensa de Añez, explicó a El Nacional Web que el caso es llevado por tribunales militares, que la acusaron de traición a la patria y rebelión militar. 

Antes de ser aprehendida, Añez se dedicaba a donar alimentos y medicinas a presos políticos en diversos centros de reclusión.


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