La viceconsejera para Latinoamérica del Departamento de Estado de Estados Unidos, Carrie Filipetti, afirmó que Nicolás Maduro saldrá pronto del poder. La funcionaria señaló que el gobierno de Estados Unidos decidió involucrase directamente en la causa venezolana, dado que el presidente Donald Trump vislumbró en el liderazgo de Juan Guaidó una oportunidad legítima para el rescate de los valores democráticos.

“La actuación de la oposición está completamente dedicada a sacar a Maduro del poder. Estamos seguros de que tendrán éxito, lo lograrán y en eso debemos enfocarnos”, dijo Filipetti. Agregó que las sanciones en contra de Maduro han presionado su gobierno. 

“Hemos visto a sus altos mandos militares, su jefe del Servicio de Inteligencia y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, todos unidos, negociando para sacarlo del poder”, recalcó.

Felipetti afirmó que Maduro no puede confiar en nadie y lo único que tiene para tratar de protegerse es el resguardo de “agentes cubanos”. “¿En qué se apoya Maduro? En la brutalidad, su último recurso como dictador”, resaltó. 

La viceconsejera denunció que en el territorio venezolano se encuentran desplegados entre 20.000 y 25.000 agentes cubanos, que incurren en lo que catalogó como ocupación extranjera.  “No lo vamos a tolerar y habrá un coste por eso”, expresó. 

Felipetti reveló que el gobierno estadounidense sigue y seguirá apoyando la gestión de Juan Guaidó pues, a su juicio, mientras Maduro solo se afianza en el apoyo de Cuba, el presidente interino cuenta con el apoyo democrático.

“El apoyo de los líderes democráticos del mundo, incluso Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, la confianza de la mayoría del pueblo de Venezuela y también lo respaldan las sanciones que protegen el dinero de los venezolanos”, reafirmó.

Reconoció que el objetivo de salir de Maduro no se ha logrado, lo que atribuye al hecho de que la democracia es algo muy difícil de conseguir, más cuando se trata de acabar con un régimen que ha estado en el poder por más de 20 años.

También se refirió a los hechos del 30 de abril y explicó que aunque no concluyeron en la llegada de Guaidó a Miraflores, tampoco beneficiaron a Maduro.

“Maduro estaba asustado, escondido en un búnker, rodeado de cubanos. Tardó en salir en público más de 12 horas. Quedó muy claro que él estaba asustado”, dijo.


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