El Tribunal Supremo de Justicia, designado en julio por la Asamblea Nacional, se instaló ayer en la sede de la Organización de los Estados Americanos e inició su año judicial con una sesión de trabajo.

La AN manifestó su pleno respaldo la instalación a través de una carta en la que reconoce la incansable lucha para restablecer la democracia de los magistrados perseguidos por el gobierno de Nicolás Maduro.

El presidente del organismo judicial, Miguel Ángel Martín, explicó que el objetivo fundamental será velar por los derechos humanos y propiciar la apertura de un canal humanitario, aunque no precisó si trabajarán con algún organismo internacional al respecto.

La sede del TSJ no será la OEA, sino una oficina privada en Washington, precisó el magistrado. La próxima semana se celebrará otra reunión en Colombia, en un lugar por determinar, y mantendrá sus encuentros posteriores tanto en la OEAcomo en su sede principal.

A la ceremonia asistieron decenas de líderes de la oposición y simpatizantes, aunque no hubo representantes diplomáticos porque no se hizo invitación. En el acto estuvieron los alcaldes de El Hatillo, David Smolansky, y Maturín, Warner Jiménez, destituidos de sus funciones. 18 de los 33 magistrados subieron uno a uno a la tarima del Salón de las Américas de la OEA, en una ceremonia de 2 horas.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, fue recibido con una sonora ovación de los asistentes. “Los magistrados tienen la fundamental tarea de dar sentido a la justicia nuevamente en el país, una justicia que ha sido esquiva para los venezolanos, inexistente, definitivamente atropellada por los abusos y arbitrariedades del régimen”, dijo.

Indicó que el TSJ ratificado por la asamblea nacional constituyente “está deslegitimado por sus acciones contra la democracia, sus abusos y arbitrariedad contra el Estado de Derecho y los derechos humanos”.

Afirmó que los venezolanos necesitan mucha fuerza para enfrentar la dictadura: “La peor receta es la cobardía, celebramos el coraje personal de estos magistrados para asumir la democracia”.

El Tribunal Supremo de Justicia ratificado por la ANC calificó de golpe judicial la instalación. “Condenamos firmemente este intento de golpe judicial y nos mantendremos firmes en la defensa de la soberanía y de nuestras instituciones”, se expuso en un comunicado firmado por el presidente del organismo, Maikel Moreno.


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