En 2017 Conatel “calló” 40 emisoras de radio, algunas de manera definitiva y otras temporalmente. La cifra está registrada en un estudio del Instituto de Prensa y Sociedad y se suma a los reportes sobre el cerco a la libertad de expresión en el país, que incluye las dificultades para adquirir papel periódico que han obligado a diarios regionales a disminuir su periodicidad o salir de circulación.

Respecto al cerco a la prensa regional la ONG Espacio Público denunció que con la salida de circulación el sábado, El Falconiano se convirtió en el segundo medio en tres días que anunció “variación o salida por falta de insumos”. El 28 de junio  El Siglo (Aragua) informó que solo saldrá a la calle cuatro días a la semana por déficit de papel periódico.

El estado Falcón se quedó desde el 30 de junio con un solo periódico: Nuevo Día. La lista de medios de comunicación limitados por recursos tiende a crecer. El 21 de mayo Las Noticias de Cojedes dejó de salir impreso por agotarse la disponibilidad de papel que le vendía la Corporación Editorial Alfredo Maneiro. La medida fue adoptada luego de la reducir de 32 a 16 páginas.

Espacio Público reportó que en mayo seis periódicos regionales debieron ajustar su soporte y periodicidad. Entre las causas están la crisis económica que generó escasez de efectivo, el alto costo de la materia prima y la imposibilidad de acceder a ese recurso.  En el grupo de los impresos que debieron reinventarse están El Tiempo de Puerto La Cruz, La Prensa de Barinas, El Diario de Los Andes, Versión Final, Visión Apureña y Última Hora del estado Portuguesa.

“Ya no solo se trata de disminuir sus páginas o el tiraje, algunos migraron por completo a la web, otros se convirtieron en semanarios, y los que aún resisten salen de lunes a viernes. Estos reajustes limitan el derecho de los venezolanos de recibir información, pues afectan la pluralidad y estimulan la autocensura,negándoles la posibilidad de conocer y denunciar lo que sucede en el ámbito local”, indicó la ONG.

Cierre en protestas. La mayoría de los cierres de  emisoras ocurrió durante el tiempo de protestas callejeras, en el primer semestre del año, contra el gobierno de Nicolás Maduro. “Entre denuncias de censura y arbitrariedad estatal, el argumento oficial para silenciar estaciones de radio fue la carencia de permisos para operar en el espectro radioeléctrico. Las clausuras responden a procedimientos administrativos y legales que son contrarios a las garantías de transparencia establecidas en la Constitución y en estándares internacionales de derechos humanos”, señaló IPYS Venezuela.

Refiere que las medidas contra la radio superaron las de 2009, cuando ocurrió el “Radicidio” contra 32 emisoras. Indica que el cierre del año pasado se ejecutó mientras “Conatel mantiene una política de opacidad en sus procesos para asignar o negar permisos de uso de frecuencias radioeléctricas. Bajo el amparo dela Ley Orgánica de Telecomunicaciones: la norma admite el silencio como una forma válida de rechazar solicitudes sin ofrecer explicaciones”. De allí que IPYS Venezuela dispuso en línea el microsite “Emisoras en vilo”, con la etiqueta “ConatelCallaYnoOtorga”.


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