Representantes del gobierno de Nicolás Maduro y del presidente interino Juan Guaidó realizan esta semana negociaciones de paz en Oslo, luego de meses de violencia, informó la radiotelevisión pública noruega NRK. Es la segunda vez que se efectúan negociaciones de este tipo en la capital noruega entre Maduro y la oposición, afirmó NRK, que señala que también las hubo en Cuba. No precisa cuándo.

«No podemos confirmar ni desmentir la implicación noruega en procesos de paz o iniciativas de diálogo», dijo Ane Haavardsdatter Lunde, una portavoz de la diplomacia noruega.

Añadió NRK que las negociaciones se realizan desde hace varios días en un lugar secreto y terminarán hoy. Varios medios iberoamericanos como el diario ALnavío informaron sobre estas negociaciones que tienen lugar después del fracaso de la sublevación de un reducido grupo de militares el 30 de abril, encabezada por Guaidó.

No se ha filtrado ninguna información sobre el alcance y el resultado de las negociaciones de Oslo.

De acuerdo con diversos medios, en ellas participan, por parte del gobierno, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez. La oposición está representada por el ex diputado Gerardo Blyde, el ex ministro Fernando Martínez Mottola y el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González.

Optimismo prudente

Varias declaraciones tienden a acreditar la existencia de esas negociaciones. «Jorge Rodríguez no está en Venezuela ahorita, está cumpliendo una misión en el exterior, muy importante», declaró Maduro el miércoles.

«Reiteramos: Grupo de Contacto, Canadá, Reino Unido, Noruega, Grupo de Lima, además de otras iniciativas, nos apoyan para lograr una solución a la crisis. Para los venezolanos la ruta es clara y la mantenemos: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres», tuiteó por su parte Guaidó.

Noruega, país que acoge el Premio Nobel de la Paz, tiene una larga tradición de facilitador en los procesos de paz en el mundo. En Oslo se firmaron los acuerdos israelo-palestinos y se llevaron a cabo las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC en 2016.

Aunque numerosos países europeos reconocieron a Guaidó como presidente encargado de Venezuela, Noruega y otros Estados escandinavos se contentaron con hacer un llamado a nuevas elecciones, una actitud percibida entonces como una señal de su voluntad de ejercer de intermediario entre el gobierno y la oposición.

La ministra noruega de Relaciones Exteriores, Ine Eriksen Søreide, afirmó en enero que su país estaba «dispuesto a contribuir siempre y cuando las partes lo deseen».

Las informaciones sobre las negociaciones fueron acogidas con prudencia por los especialistas noruegos de cuestiones sudamericanas. «Es peligroso concederles demasiada importancia», declaró Benedicte Bull, profesora de la Universidad de Oslo.

«Es muy positivo que las dos partes discutan, pero es importante no alimentar demasiadas esperanzas. Hubo discusiones formales en tres ocasiones en el pasado y fracasaron rápidamente», añadió.

Agregó: «Dicho esto, la situación es verdaderamente crítica y es importante que se haga algo».

El profesor de la universidad de Bergen, Leiv Marsteintredet, también se mostró prudente: «Estamos en un estado precoz y pienso que es muy poco realista esperar resultados rápidos. Pero que las dos partes deseen hablar es un cambio reciente que puede justificar un optimismo prudente».


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