Al enviar al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la cárcel de Ramo Verde a hablar con Leopoldo López, el gobierno pretendía dejar un mensaje al resto de la oposición: que, a pesar de tildarlo de “monstruo de Ramo Verde”, era un interlocutor válido y si dialogaba podría convencer a la Mesa de la Unidad Democrática de que era hora de sentarse. Sin embargo, López no cedió en sus principios y posiciones aunque pudo hablar con el español, en presencia de la canciller Delcy Rodríguez y el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez.

¿Qué ofreció Miraflores, por intermedio de Rodríguez Zapatero?: cinco propuestas, revelaron fuentes partidistas.

Uno, la liberación de los presos políticos pero, en el caso del ex alcalde de Chacao, no sería plena; se le daría casa por cárcel;

Dos, la restitución de las facultades de la Asamblea Nacional despojadas por el Tribunal Supremo de Justicia;

Tres, las elecciones regionales y municipales para diciembre de 2017;

Cuatro, los comicios presidenciales para 2018;

Cinco, la selección de un grupo de amigos, escogidos entre las partes (gobierno y oposición). La suspensión de la convocatoria a la constituyente se conversó pero quedó supeditada a lo que expresara Maduro, señalaron.

Las ideas fueron rechazadas por López y también por la dirigencia de la MUD una vez que las conocieron, “Son ideas, propuestas viejas”, objetaron a pesar de que la comunidad internacional les pidió que, al menos, escuchen a Rodríguez Zapatero por ser “la pieza de Miraflores en este juego”.

La razón es que los gobiernos de China, Rusia, Estados Unidos, la Comunidad Europea y otros actores internacionales temen por el aumento del descontento y un desenlace que podría afectar a la región, explicaron fuentes. La renuencia de la MUD a hablar es atribuida al fracaso de la mesa de diálogo en 2016 luego de que Maduro ofrecieran elecciones generales, libertad de presos políticos por tanda y la aceptación de ayuda humanitaria y no cumpliera su palabra ante el papa Francisco. “El gobierno quiere ganar tiempo, y la oposición no lo va a aceptar”, manifestaron dirigentes. De hecho, la esposa de López, Lilian Tintori, fue enfática: “Leopoldo no negociará con la dictadura”.

A principios de junio, Rodríguez Zapatero trató de sentarse con los principales líderes de la MUD y la respuesta fue negativa. La postura más radical es la del gobernador de Miranda, Henrique Capriles, para quien el español no tiene credenciales, ni la confianza para establecer acuerdos.


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