Los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral y que otorgaron el triunfo al gobierno en 17 gobernaciones no coinciden con los estudios de opinión previos al 15 de octubre, según los cuales con 60% de participación la oposición saldría victoriosa en más estados que los 5 donde ganó. De acuerdo con los estudios, al gobierno le hubiera favorecido la abstención.

José Antonio Gil Yépez, socio director de Datanálisis, indicó que esta es la segunda vez en 25 años, desde la elección constituyente de julio, que se cruzan las curvas entre el respaldo de la gestión presidencial y los cómputos comiciales. Explicó que la aprobación de Maduro, calculada en 21%, no se relaciona con el 54% de los votos o más que alcanzó el oficialismo.

Agregó que las encuestas antes de los comicios daban ganadora a la MUD con ventaja en las 5 gobernaciones adjudicadas: Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia; pero también en estados autodenominados opositores como  Carabobo, Lara y Miranda. “En Carabobo la ventaja de Alejandro Feo La Cruz era de 15%; el candidato Lacava aunque hizo una campaña productiva no lo alcanzaba; Falcón llevaba ventaja de 60 sobre 40% en Lara y en Miranda, aunque no estaba tan holgado, ganaba Ocariz. Igual ocurría en Barinas”.

Destacó que el factor tiempo es clave para revisar las actas y poder detectar la certeza de los resultados para que no se repita lo ocurrido en 2013.

“La MUD debió pelear por condiciones adecuadas para este proceso comicial, cuyas irregularidades comenzaron con el retraso en convocar y luego el apresurado cambio de fecha. Se creyó la mala conseja de que se está ganando así cambien las condiciones”, afirmó.

Félix Seijas Rodríguez, director de Delphos, sostuvo que “no se explica cómo el chavismo logró llevar a las urnas a casi la totalidad de sus seguidores, cercanos a 30% de apoyo. En votos sacó un nivel muy parecido al que tiene en el país, que se traduce en una cifra cercana a los 7 millones. En el caso de la MUD se esperaba una participación opositora de más de 45%, pese a la abstención generada por el desánimo, pero resultó sorprendente que la oposición sacara 2 millones de votos menos que en las elecciones parlamentarias en 2015”, dijo. Añadió que los resultados no se compaginan con la situación socioeconómica y política del país.

Considera que los vicios del proceso deben ser denunciados por la Mesa de la Unidad, de forma puntual, en aquellos estados donde cree que resultó afectada y exigir la revisión exhaustiva de las actas: “La MUD debe tener una ruta clara sobre lo que hará en las próximas horas”.

Reubicaciones. El politólogo John Magdaleno coincidió en que hubo factores que incidieron sobre lo sorpresivo de las cifras y cree que un peso importante lo tuvieron las reubicaciones 72 horas ante del proceso, los cambios en el cronograma y la falta de reglas claras. “Es obvio que hubo violaciones de la ley y se registraron graves irregularidades que pudieron incidir sobre los resultados. Pero es necesario soportar las afirmaciones con evidencias”, expresó.

“En rigor se deben recopilar y analizar la totalidad de las actas; reunir todas las encuestas por muestreo serias efectuadas antes del proceso; emprender encuestas por muestreo postelectorales para indagar sobre las preferencias del 15-O. También analizar rigurosa y detalladamente los resultados con expertos en comportamiento electoral venezolano”, planteó.


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