Solo en el distribuidor Santa Fe los manifestantes lograron el objetivo de plantarse en contra del presidente Nicolás Maduro. Desde las 7:00 am cerraron la autopista Prados del Este en ambos sentidos y por unas horas la madre y la hermana del joven Neomar Lander, fallecido en las protestas, participaron en el plantón convocado por la MUD. 

Anoche el ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, informó en su cuenta de Twitter que dos personas fallecieron mientras se trasladaban en motocicleta, uno de ellos manejando en contrasentido para evitar a manifestantes. Según Reverol, los ciudadanos fueron identificados como José Lorenzo, de 50 años de edad, y Luis Machado, de 27 años. En el accidente resultó lesionada una joven de 22 años, identificada como Oriana Quintero, que presentó «traumatismos múltiples craneoencefálico». 

Las personas que salieron a protestar en Altamira, el distribuidor Metropolitano y Los Ruices, para concentrarse en la plaza Francia y luego caminar a la autopista Francisco Fajardo, fueron atacados en reiteradas oportunidades. 

Primero por la GNB, que comenzó a reprimir a partir de las 11:00 am con bombas lacrimógenas y perdigones, y luego por motorizados de PNB. 

Omaira Ferrara, habitante de Guatire, se trasladó a Caracas para encontrarse con un familiar y aprovechó la tranquilidad con la que inicialmente se desarrollaba la protesta para unirse. «Yo soy una señora mayor y estaba plantada apoyando la manifestación cuando vinieron y nos atacaron», expresó. Pese a los ataques constantes de la GNB y la PNB la gente no se retiró y una y otra vez se concentraba en la plaza. 

«Estaba sentada junto con mi hija, nos emboscaron por todas lados. Nos lanzaron bombas y no les importó que hubiera niños y abuelos», contó una manifestante proveniente de Catia. Sin embargo, no tuvo miedo de volver. Lo hizo en varias oportunidades. 

Comerciantes y trabajadores de la zona afirmaron que funcionarios de seguridad les quitaron sus pertenencias luego de acosarlos. Algunas personas señalaron que hubo detenciones arbitrarias, incluso de menores de edad. «No es represión, son actos criminales los que comente la GNB. 

Son enemigos de la sociedad. 

Actúan como si fuera una guerra», afirmó un hombre de avanzada de edad mientras manifestaba. 

Gaby Arellano denunció que les disparaban perdigones con plomo a los manifestantes. «Yo les digo a los funcionarios: dejen la vagabundería y hagan cumplir la ley, dejen de obedecer las órdenes genocidas de Nicolás Maduro ¡Vamos, Venezuela, que sí se puede! Estamos caminando los últimos días de la dictadura», recalcó. 

A las 5:30 pm continuaban la arremetida de la GNB y la PNB contra los manifestantes. 

Los jóvenes de la resistencia respondían con piedras y palos. A final de la tarde la plaza Francia parecía una zona de guerra. Varios niños y adultos mayores resultaron afectados por los gases. El alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, reportó que Salud Chacao atendió a 13 heridos: 6 por perdigones, 6 por traumatismos diversos y 1 por inhalación de gases. Más temprano informó que había 10 niños de la unidad educativa municipal Andrés Bello afectados por bombas lacrimógenas. 

Persecución

Terrazas del Ávila fue también epicentro de dura represión. Los vecinos se apostaron en el distribuidor Metropolitano, junto con el movimiento estudiantil, y fueron repelidos violentamente. Buscaron refugio frente a la zona residencial y cada vez que se reorganizaban eran atacados por la GNB y la PNB. 

Manuel Escalante, habitante del lugar, fue herido con un perdigón: «Casi me sacan el ojo derecho». Aunque tiene miedo, afirmó que se mantendrá en la protesta porque hay mucho que perder El diputado Rafael Guzmán fue herido en el brazo derecho también con un perdigón. «Estaba con los vecinos. Habíamos desplegado una bandera de 12 metros para demostrar nuestro descontento. Estábamos en la avenida, pero no obstaculizamos el paso. No se justifica la represión». 

Una manifestante que apenas se recuperaba del ataque de asfixia por las lacrimógenas lanzadas por la GNB, mostró indignación: «No es posible que no nos dejen hacer una manifestación pacífica. Nosotros no le hacemos daño a nadie». 

A las 5:00 pm dos tanquetas amenazaban con abrirse paso a la urbanización, mientras motorizados de la PNB posicionaba sus escopetas cargadas para disparar contra los jóvenes de la resistencia. Un grupo de guardias nacionales irrumpió en la zona residencial y persiguió a los manifestantes hasta la calle 2. Los funcionarios se asomaron por las rejas de los edificios. Mientras estuvieron dentro aprovecharon para disparar algunas lacrimógenas. 

«Esto es horrible, estamos sintiendo cada días más cerca de la agresión física hacia nosotros y nuestros bienes», expresó una vecina mientras se resguardaba en edificio cercano al suyo para protegerse de los ataques. 

Emboscada

En la avenida Los Ruices se concentró un numeroso grupo de personas. Partieron de la estación Los Cortijos y con algarabía caminaban rumbo a la Fajardo. «Hay hambre, hay escasez y el gobierno solo propone una constituyente que nadie quiere. El descontento es generalizado, y si no que me lo pregunten a mí que vivo en Caucagüita y vine hasta acá para protestar», dijo Rosa Colmenares mientras marchaba. 

Las personas fueron emboscadas por los uniformados frente a la planta de empresas Polar. Siete bombas lacrimógenas cayeron en las instalaciones sin causar daños. 

Luego del ataque volvieron a la avenida Francisco de Miranda e impidieron el paso de vehículos. 


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