Ayer, tras terminar la Asamblea XLIII Extraordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, que empezó el martes con motivo de los recientes acontecimientos en el país, la institución católica emitió un extenso comunicado en el que destacan el rechazo a la violencia y a “la represión desproporcionada”.

En el documento se lee -como llamados y respuestas urgentes- un mensaje dirigido a los diferentes componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana: “La responsabilidad moral de los actos que desembocan en violencia, heridos y muertes recae sobre quienes los ejecutan, así como también sobre quienes los ordenan o permiten”. Señalan que los miembros de estos componentes deben ser defensores y garantes del cumplimiento de la Constitución, así como garantizar la paz y la sana convivencia.

Con la escalada de la represión desde el inicio de las protestas en abril, se contabilizan, solo en Caracas, más de 1.000 heridos por asfixia, traumatismo, inhalación de gases, perdigones. En todo el país, de acuerdo con cifras del Ministerio Público, la cantidad de muertos asciende a 43. “La represión ha arreciado y es cada vez más dura en contra de los manifestantes en protestas cívicas, muchos de los cuales son jóvenes”, exponen.

Para monseñor Diego Padrón, arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, este exhorto se trata de un llamado humanitario: “No puede maltratarse el derecho que tiene el pueblo venezolano a la protesta pacífica, vista como si fuera un crimen el protestar. Y atacar a los manifestantes que protestan de una forma exageradamente represiva. Es un llamado que vamos a hacer hasta que cese la represión (…) Creo que ese es el pedido más urgente que tiene el pueblo venezolano”.

Tribunales militares y torturas

Los obispos miembros del organismo eclesiástico también afirman que “aumenta el número de quienes son enviados a tribunales militares negándoseles el derecho al debido proceso ante sus jueces naturales”. De acuerdo con el Foro Penal Venezolano, al 15 de mayo 275 personas han sido presentadas ante la justicia militar, mientras que 159 se encuentran privadas de libertad. La CEV también denunció el incremento en “la actuación violenta e ilegal de grupos paramilitares”, conocidos como colectivos.

Monseñor Mario Moronta rechazó los casos de torturas que se han registrado contra detenidos: “Nosotros estamos en contra. A través de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana y la Comisiones de Derechos Humanos Justicia y Paz de las diferentes diócesis e instituciones de la Iglesia no solamente estamos haciendo un seguimiento sino recibiendo a las personas que tienen sus denuncias concretas para ayudarlos”. En el comunicado precisan: “El creciente irrespeto a los derechos humanos hace sentir y profundizar un sentimiento de indefensión. Ante esto, ya hay quienes se platean la legitimidad de la objeción de conciencia ante decisiones no concordes con la Constitución”.

Se agudiza la crisis

Como consecuencia de “las desacertadas decisiones del Tribunal Supremo de Justicia” y la propuesta del gobierno a convocar una “asamblea nacional constituyente de carácter comunal”, acusa la CEV, la crisis en el país se ha agudizado. Reiteran que la iniciativa de una constituyente “es innecesaria y resulta peligrosa para la democracia, para el desarrollo humano e integral y para la paz social”. Esto, frente a situaciones que se han radicalizado como la escasez de alimentos y medicamentos, la decisión de los agricultores de no comercializar en diferentes partes del país sus productos ante la inseguridad en las vías, el aumento de la violencia, los saqueos y enfrentamientos.

Como alternativa al conflicto, monseñor Padrón dijo que si se quisiera restablecer una sesión de diálogo, este tendría que partir de los cuatro supuestos expresados en la carta del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Prieto Parolin, del pasado mes de diciembre: canal humanitario, liberación de detenidos, reconocimiento al Parlamento y la vía electoral para saldar las diferencias.

Monseñor Moronta aseguró que se encuentran “en plena y real comunión con el Santo Padre”. “Lamentamos la tergiversación y manipulación que diferentes actores han hecho de sus palabras”, expusieron los obispos ante señalamientos de una posible división entre la Iglesia venezolana y el papa Francisco.

Por último, reiteraron la invitación a una gran jornada de oración, ayuno y solidaridad por la restauración de la paz y el progreso de la convivencia entre los ciudadanos este domingo 21 de mayo. 

Iglesia y gobierno

Ante la iniciativa presidencial de una asamblea nacional constituyente, la Conferencia Episcopal Venezolana aceptó ayer la solicitud de recibir al presidente encargado de ese proceso, Elías Jaua -también ministro de Educación-, para que exponga en la sede de la CEV los alcances de dicha convocatoria.

Monseñor Padrón reiteró, sin embargo, que no avalan la constituyente y la necesidad de cumplir con la Constitución, así lo expuso la carta que entregó ayer en la dirección del despacho del ministro. “La Conferencia los recibe porque ellos lo han solicitado. Y esta casa está abierta para todos sin distinción alguna”, indicó Padrón.

Jaua invitó a la CEV el 4 de mayo a una reunión en el Palacio de Miraflores, pero ante la negativa de la Iglesia, solicitaron el 9 de mayo ser atendidos en la sede de la CEV. El último encuentro entre la Iglesia y el gobierno fue en julio de 2012. Quien acudió fue el entonces vicepresidente de la República, Elías Jaua. 


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