"Si esto es una guerra, Maduro la está perdiendo"

Desafortunado, irritante, agresivo, e intimidatorio son palabras con las que especialistas en materia política y académica resumen el discurso del presidente Nicolás Maduro del pasado martes a medios internacionales, en el que alertó de una supuesta invasión extranjera, puso fecha de vencimiento al Parlamento y llamó a la oposición a dialogar. El investigador del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Daniel Fermín, señaló que el discurso del jefe de Estado fue agresivo y busca amedrentar al pueblo. «A Maduro se le veía bastante afectado físicamente y agotado. Eso es consecuencia de la erosión drástica de su popularidad y un discurso que no cala. Está tratando de frenar la protesta popular, que tiene un alto grado de carácter político, pero su mayor peso está en lo social y la deficiente calidad de los servicios públicos», destacó. El politólogo John Magdaleno, agregó que el planteamiento del mandatario, lejos de crear una sensación de estabilidad, acelera la necesidad de un nuevo gobierno. «Las declaraciones vienen a incrementar y consolidar la demanda de cambio político, aunque ese no sea el propósito. Están tratando de apagar el fuego con gasolina al no canalizar las expectativas, hecho que incrementa el nivel de malestar». Los consultados criticaron que se traiga nuevamente a la palestra política el tema de una intervención militar y lo sume a la guerra económica cuando se prorroga el estado excepción. «Los venezolanos estamos acostumbrados a escuchar eso, por ese motivo ya no se le presta atención. Esa narrativa oficial de conspiración se contrasta con la difícil crisis que viven los venezolanos. Si esto es una guerra , la está perdiendo», sostuvo Fermín, mientras que Magdaleno asegura que «el decreto se produce un momento que la crisis se agudiza y con ese mecanismo se podría justificar la represión a las personas que expresen su descontento». Tanto Magdaleno como Fermín consideran que no se puede llamar al diálogo con la oposición cuando el presidente amenaza con desaparecer al Parlamento. Magdaleno afirma que Maduro no tiene la misma influencia que Chávez para cometer un acto como ese y Fermín cree conveniente que el jefe del Estado reconozca la autonomía de las instituciones públicas y no las lleve al terreno del conflicto.