Mientras la oposición fue cercada entre Bello Monte y Plaza Venezuela y posteriormente reprimida con gases y perdigones para impedir su desplazamiento hacia el CNE, el oficialismo no solo llegó a las puertas del ente comicial sino que la militancia también bailó, cantó y gritó consignas en desagravio a su presidente, Tibisay Lucena. La marcha del Movimiento de Pobladores del PSUV, convocada hace dos días para celebrar la inconstitucionalidad de la Ley de Propiedad de la Misión Vivienda declarada por el TSJ, se inició a las 9 de la mañana. El punto de concentración fue la avenida Libertador, frente al urbanismo de Misión Vivienda que está ubicado junto a la estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas. Aunque los seguidores del gobierno llegarían inicialmente a Bellas Artes y subirían hacia la avenida Urdaneta, alrededor de las 12:15 del mediodía el diputado oficialista Ricardo Molina anunció un cambio de ruta que incluía una parada frente al CNE en la avenida Oeste 6, donde los esperaba una tarima con animación incluida. «Vamos al CNE a darle nuestro apoyo y reconocimiento a Tibisay Lucena, que está haciendo lo que tiene que hacer, dentro de la Constitución. Los diputados de la patria haremos todo lo que tengamos que hacer para impedir que esa Asamblea adecoburguesa cumpla sus objetivos», dijo Molina. Los simpatizantes del gobierno pasaron por la avenida México, empalmaron con la esquina El Chorro y de ahí caminaron por la avenida Universidad -donde fueron caceroleados desde edificios- hasta la plaza Diego Ibarra, junto al CNE, donde festejaron, con  pleno resguardo de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana. Minutos más tarde continuaron hacia el Palacio de Miraflores, donde el presidente Nicolás Maduro los recibió y pronunció un discurso en cadena nacional.


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