El general y ex ministro de la Defensa y de Relaciones Exteriores, Fernando Ochoa Antich, desmintió este viernes la información que ofreció el periodista Francisco Pérez en su columna «En Secreto» en El Carabobeño, en la cual afirmó que el militar recientemente había tenido comunicación con miembros del Alto Mando que pretenden establecer una estrategia para salir de la crisis que atraviesa el país.

«En el movimiento participan algunos miembros del Alto Mando, que no tendrían nada que esconder», indica Pérez y a continuación menciona al general Ochoa Antich entre otros.

En un comunicado, el ex ministro de la Defensa señaló que recientemente no ha tenido comunicación con ningún miembro del Alto Mando de la Fuerza Armada y desmiente así al comunicador. Y agrega muy detallamente la que, a su juicio, debería «ser la posición que tome la FANB para coadyuvar en la solución de la muy grave crisis que enfrenta Venezuela».

A continuación su declaración íntegra:  

En su columna “En Secreto”, el periodista Francisco “Pancho” Pérez, publicada en el diario El Carabobeño el día 13 de los corrientes, afirmó que “un grupo de militares de altísima figuración en la FANB ha iniciado contactos directos con colegas suyos, la mayoría oficiales retirados de mucha influencia y con autoridad bien ganada para definir la estrategia que permita, lo antes posible, el cese de la usurpación, la caída inmediata de Maduro y el regreso de la democracia y las libertades.

En el movimiento participan algunos miembros del Alto Mando, que no tendrían nada que esconder. Entre los contactos en la emergencia estarían hombres con el prestigio institucional de Fernando Ochoa Antich, Raúl Salazar, Orlando Manigglia, Gustavo Rangel Briceño y hasta Lucas Rincón».

Deseo aclarar a los venezolanos que en la actual situación política no he tenido comunicación con ningún miembro del Alto Mando de la Fuerza Armada. Mis opiniones sobre una posible solución de la grave situación nacional, las he expuesto en mis artículos semanales y, también, en algunas entrevistas que he concedido a  medios de comunicación internacionales.   

Sin embargo, hago propicia esta ocasión para ratificar, una vez más, la que a mi juicio debería ser la posición que tome la FANB para coadyuvar en la solución de la muy grave crisis que enfrenta Venezuela, la cual, sin duda, pone en riesgo la soberanía nacional y el destino de nuestras futuras generaciones. La FANB debería coadyuvar en la solución de las complejas circunstancias nacionales presionando para que se realicen las siguientes acciones:  

1. La Asamblea Nacional debe designar, a la brevedad posible, un gobierno de transición presidido por un venezolano de reconocida autoridad moral y con suficiente legitimidad institucional para poder obtener el respaldo de importantes fuerzas políticas y sociales tanto nacionales como internacionales. Ese nuevo gobierno debe tener el total respaldo de nuestra Institución. 

2. El nuevo gobierno debe garantizar el ejercicio de los derechos políticos a todos los venezolanos sin importar su ideología. No debe existir persecución alguna contra adversarios ni presos políticos. El gabinete debería ser plural e integrado por miembros de reconocidas condiciones éticas, morales y profesionales. 

3. El nuevo gobierno debe convocar, en el menor tiempo posible, a unas elecciones nacionales, justas y equitativas,  con todas las garantías internacionales exigidas  por las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.

4. El nuevo gobierno debe normalizar las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de Lima y todos aquellos países que han reconocido la constitucionalidad del gobierno de Juan Guaidó.  

5. El nuevo gobierno debe dar inicio a unas prudentes  negociaciones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para renegociar la deuda pública nacional y obtener créditos frescos para enfrentar la muy compleja situación económica y financiera de Venezuela.

En la negociación para establecer ese gobierno de transición, entre la oposición democrática y el Polo Patriótico, es recomendable incluir a la FANB como garante de su resultado.

Antes de iniciarse las conversaciones correspondientes, se deben establecer ciertos límites: respeto absoluto al contenido de la Constitución nacional, tres días de tiempo para alcanzar un acuerdo político entre las partes, designación de los representantes de la Fuerza Armada y de los distintos sectores políticos y las medidas de seguridad requeridas para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las negociaciones.

Los “colectivos” armados deberían ser neutralizados antes de iniciarse la negociación. Evitar la violencia es, quizás, el factor fundamental para el éxito de ese esfuerzo. El nuevo gobierno debe garantizar, con absoluta  firmeza, el orden público tomando todas las medidas necesarias, entre ellas el inmediato desarme de la población civil. 


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