El presidente Nicolás Maduro, fue el único jefe de Estado sudamericano ausente en la toma de posesión de su homólogo argentino, Mauricio Macri, este jueves en Buenos Aires. En cambio, estuvieron en primera fila del Salón Blanco de la Casa Rosada el rey Juan Carlos y los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, de Uruguay, Tabaré Vázquez, de Paraguay, Horacio Cartes, de Chile, Michelle Bachelet, de Perú, Ollanta Humala, de Ecuador, Rafael Correa, de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Bolivia, Evo Morales, con quien el liberal Macri jugó la noche del miércoles un partido de fútbol pese a las diferencias ideológicas.El nuevo jefe de Estado argentino no se lleva igual con los diferentes mandatarios del eje bolivariano. En la campaña electoral ya había prometido que pediría la suspensión de Venezuela en Mercosur por presunto incumpliento de la cláusula democrática del bloque en el caso de los opositores presos como Leopoldo López. Pero después de la victoria de la oposición en las elecciones legislatvas del 6D, Macri se desdijo y aclaró que no insistirá con su petición, que necesitaba unanimidad para ponerse en vigencia y que ya había sido rechazada por Rousseff. No obstante, Maduro reaccionó contra el presidente argentino: ?Es un burgués de la elite, le va a ir muy mal?. Quien tampoco asistió a la ceremonia fue el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.El presidente de EE UU, Barack Obama, llamó a Macri el día de la victoria electoral del argentino y para la ceremonia de este jueves envió a su secretario (ministro) de Transporte, Anthony Foxx, y a la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson. Argentina se ilusiona por estos días con la difícil posibilidad de que EE UU le preste dinero para afrontar la escasez de divisas que afronta. Con esos fondos, Macri podría liberar el cepo (control) cambiario y evitar una devaluación descontrolada.Para leer la nota completa de click aquí.Cortesía El País de España.


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