Desde que el presidente Nicolás Maduro anunció, el pasado 1° de mayo, la convocatoria al proceso de una Asamblea Nacional Constituyente, diversos han sido los personajes afectos al chavismo que han manifestado su rechazo al proceso de reformulación del Estado venezolano.
La división que se ha generado por el llamado a una «Constituyente originaria» en las filas de los seguidores del ex presidente fallecido Hugo Chávez ha dejado notar la preocupación de la manera en cómo se ha concebido este proceso.
La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, que desde la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de asumir las competencias de la Asamblea Nacional ha fijado una posición contraria al Ejecutivo, advirtió que la Constituyente no resolverá la crisis que atraviesa el país.
“Lejos de coadyuvar a la ansiada reconciliación nacional, generaría un alto grado de incertidumbre habida cuenta del riesgo y desconfianza que se produciría”, aseguró la funcionaria.
La ex defensora del pueblo Gabriela Ramírez se pronunció a través de su cuenta en Facebook sobre las bases comiciales de la Constituyente, las cuales, a su juicio, violan los derechos de los venezolanos.
«Es impensable elegir constituyentistas si todo el pueblo no aprobó antes cuáles serán los términos y condiciones de esa elección. Y luego, esos señores deberán volver a someter a la aprobación popular el producto de su labor», afirmó.
El embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Rafael Ramírez, advirtió acerca del riesgo al proceso Constituyente.
Ramírez pidió cautela con el llamado constituyentista del presidente, pues considera que la situación política es completamente distinta a la que prevalecía en el proceso de 1999. “Debemos impedir que se produzca un retroceso”, indicó el ingeniero.
El ex ministro de Interior, Justicia y Paz Miguel Rodríguez Torres afirmó este martes que la Asamblea Nacional Constituyente ha generado indignación en el pueblo.
Aseguró que la propuesta del presidente Nicolás Maduro ha causado «una evidente fractura dentro del sector chavista por la defensa de la Constitución de 1999».
Por su parte, Maripili Hernández, ex ministra de Juventud del gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, aseguró que la propuesta para una Asamblea Nacional Constituyente contradice el texto constitucional vigente y los principios del chavismo.
«Esto es muy grave, porque prácticamente estamos diciendo que la democracia representativa (es decir 500 personas que conformen la Asamblea Nacional Constituyente) tendrán, por delegación, el derecho de cambiar lo que les dé la gana de nuestra actual Constitución, que fue aprobada en el referéndum en el que participó todo el pueblo venezolano de manera protagónica», indicó al portal web NTN24.
Jorge Giordani, ex ministro de Planificación de Hugo Chávez, calificó la Asamblea Nacional Constituyente como “un pote de humo” por parte del gobierno para evadir otros problemas políticos y sociales.
Alegó que la Constituyente desató una polémica en los dos grandes factores políticos que intentan resolver la crisis social con métodos distintos.
El ex ministro chavista Héctor Navarro aseguró que uno de los errores del fallecido presidente Hugo Chávez fue proponer a los venezolanos que eligieran a Nicolás Maduro como mandatario nacional.
Consideró que convocar a una Asamblea Nacional Constituyente sin un referéndum viola la Constitución de 1999. Añadió que negarse a realizar un revocatorio alimenta la violencia en el país.
Juan Barreto, secretario general del partido Redes, considera que realizar un referéndum consultivo sobre la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente le daría más “legitimidad” a esta instancia.
“Si el llamado o la convocatoria no es inclusiva ni amplia, y la hace un solo sector para sus propios intereses, va a ser peor el remedio que la enfermedad”, indicó Barreto.
El integrante de Marea Socialista Nicmer Evans rechazó las bases comiciales propuestas por el presidente Nicolás Maduro sobre la Asamblea Nacional Constituyente.
El politólogo expresó que «el presidente va en contravía y es como un kamikaze dispuesto a explotarse si es necesario para obtener el objetivo de poder instalar una Asamblea Nacional Constituyente para poder garantizar la conservación del poder”.